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Desperté en la cama que V había dejado para mí junto a una habitación espaciosa que por lo menos me hacía olvidar un poco lo que estoy viviendo ahora.

Al final lo único que me ha dicho sobre él es su apodo y que tiene un amigo llamado Namjoon que cuidaría de mí cada vez que él saliera.

Fuí directamente al baño de la habitación para lavar mi rostro. Terminé recargada en el lavamanos pensando en que día estaríamos, en que fecha, tras el secuestro perdí totalmente la noción del tiempo pero por lo menos para mí que ne encontraba enjaulada en aquel cuarto han pasado años.

Comienzó a llorar de repente y caigo al piso con desconsuelo y solo me limito a abrazarme a mi misma mientras acepto de a poco todo esto. Mis memorias ahora son como una manta que me protege del alrededor, la necesidad de estar con Jin, con mis padres, mis amigos dolía y me sentía totalmente sola.

¿Cómo estarán ellos? ¿Estarán buscándome? porque realmente quiero que me encuentren.

Dejé que el llanto corriera esperando que cesara y cuando lo hizo me quedé en la misma posición mirando hacia la nada misma que era lo único que podía hacer.

Siento leves golpes en la puerta luego de un tiempo y me levanto para acercarme a ver quien es.

-Voy a abrir.

Era V quien venía con mi teléfono en mano, lo miré extrañada y me senté en mi cama alejada de él quien permanecía en el umbral de la puerta.

-Hoy es el día -y el último- en el que puedes hacer una llamada.- Me tendió el teléfono y lo recibí con calma. -Vigilaré lo que dices, pon el altavoz- Me sonrió con confianza, le obedecí y simplemente pude marcar a Jin quien tras dos pitidos contestó.

-¡Eunjinie! ¡Amor!

Sentí como volvía a derramar lágrimas y apreté las sábanas de la cama.

-Contéstame por favor...- Y lo sentí llorar a él desconsolado, tal como lloré hace unos momentos.

-Jin...

-¡Eunjinie! ¡Por favor dime donde estás!

-No, no sé donde estoy.

-Vamos Eunji, debiste haber visto algún letrero o algo, ¿Hay una ventana por ahí? ¡Mira la ventana y dime lo que ves!

V se acercó a mí y tomó con cuidado el teléfono quitándomelo.

-Lamento informarte de que eso no será posible.- Habló él mirándome fijamente con una expresión seria que me hizo temblar.

-¿Quién eres? ¿¡Eres tú hijo de puta!? Te mataré cuando te encuentre, ¿Me escuchas? Te mataré.

V se limitó a reír mientras aún no me tragaba las palabras que Jin había dicho.

-Aún no es momento para que la veas, aún ni siquiera he entrado en acción yo. - Sonrió sentándose a mi lado en la cama.

-Déjala ir.

-Espera seis meses y ella decidirá si la dejo ir o no.

Lo miré incrédula casi con horror y él solo acarició mi mejilla con su mano libre.

-Es una idiotez, sabes la respuesta hoy, déjala ir.

-Haré que cambie de opinión.

Y colgó.

Seís meses.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora