Al día siguiente Clarke estaba en la cafetería trabajando. A medida que se acercaba la hora de su descanso se iba poniendo cada vez más nerviosa.
- Clarke estás nerviosa. - Afirmó de repente Layla.
- ¿Qué?
- Que estás nerviosa. - Repitió divertida.
- ¿Cómo se me ocurre invitarla a comer otra vez? ¿Qué estoy haciendo?
- Conociendo a alguien.
- Pero yo no quiero conocer a nadie.
- Pues bonita, no es por nada, pero eres tú la que la has invitado a comer. Dos veces.
- ¡Ni que fuera una cita! - Soltó Clarke.
- No sé si es una cita, pero se le parece bastante. Y no es por nada, pero Lexa creo que está encantada.
- Lo sé - Suspiró Clarke. - Pero no quiero que se haga ilusiones. No es justo para ella. No puedo darle lo que ella quiere.
- ¿Sabes una cosa?
- ¿Qué? - Dijo Clarke sin tener muy claro si realmente quería oír lo que Layla tenía decirle.
- Si que puedes darle lo que ella quiere, lo que pasa es que tú no quieres.
- Da igual lo que yo quiera. No puedo.
- ¿Sabes qué? De vez en cuando deberías pensar más en ti y dejar de pensar lo que quieren y necesitan los demás.
Clarke frunció el entrecejo.
- El problema es que lo que yo quiero afecta a los demás. Además ni siquiera sé si es lo que yo quiero.
- Si no lo intentas nunca lo sabrás.
- No quiero intentarlo. Estoy bien como estoy.
- No Clarke, no lo estás.
- ¿Perdona? - Dijo Clarke irritada.
- Lo que oyes. No estás bien. Alguien que se cierra al amor no está bien. Si no lo superas nunca estarás bien.
- Estoy bien. - Dijo Clarke zanjando la discusión. O al menos esa era su intención.
- Clarke creciste de golpe. No lo superaste. No estás bien.
- Lo estoy. - Dijo Clarke yéndose a atender una mesa, y esta vez sí, dando por finalizada la discusión.
Clarke continuó su trabajo hasta que llegó la hora del descanso y fue a la cocina a realizar su pedido. Se sentó en la barra a esperar a que estuviera listo. Layla se acercó para hablar pero Clarke la cortó.
- No quiero hablar más del tema. - Dijo Clarke cabreada.
- Vale. - Dijo Layla levantando las manos y dando media vuelta.
Unos minutos después Lexa entraba por la puerta.
- ¡Vaya! ¡Qué guapa estás hoy! - Soltó de sopetón Clarke. "Eso Clarke ahora coquetea con ella". Y lo peor de todo... Layla la había oído y la muy cretina estaba sonriendo.
- Tu también Clarke. - Dijo Lexa toda sonrojada. "¿Le había echado un piropo?" Esto era nuevo.
- Me he tomado la libertad de pedir por ti.
Lexa la miró con una ceja levantada.
- ¿Qué? El primer día me hiciste escogerte el menú.
Lexa soltó una carcajada.
- Es cierto. Me fio de tu criterio.
Se quedaron mirando intensamente durante unos momentos hasta que una voz las sacó del trance.
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Razones Para Existir (CLEXA AU)
FanfictionLexa tiene 22 años y estudia derecho. Acaba de empezar su último año de carrera y por lo tanto acaba de empezar sus prácticas en un importante buffet de la ciudad. Lexa proviene de una familia acomodada, durante su infancia y adolescencia lo ha teni...