Razones Para Existir (CLEXA AU)

Capítulo 18: De Fiesta

La semana había pasado con normalidad, Emily estaba recuperada del todo y habían vuelto a la rutina de pasar las tardes en el parque o en casa, y es que ahora que se acercaba el invierno las tardes cada vez eran más frías, anochecía antes y no apetecía mucho estar por el parque, aunque la niña jugando y corriendo poco notaba ese frío.

Ese sábado Clarke y Lexa habían quedado con Raven y Octavia para una cita doble. Emily se quedaría con Layla que estaba encantada de que le dejaran a la pequeña, ya que Clarke casi nunca solía dejarla con ella.

Habían decidido ir a cenar y después de fiesta. Porque a ver quién era la guapa que le decía a Raven que no iban de fiesta, nadie se atrevía. Pero lo de la fiesta tenía un poco nerviosa a Lexa, porque aunque a la cena no vendrían, Luna y Anya se habían apuntado a la fiesta de después. Por supuesto los nervios de Lexa no eran por Luna, eran por Anya, y es que pese a que todo parecía haber vuelto a la normalidad, todavía había cosas que Lexa notaba que no eran como antes.

Clarke y Lexa habían quedado directamente con Octavia y Raven en el restaurante donde cenarían, un restaurante hindú que habían abierto hacía poco y que estaba cosechando muy buenas críticas, así que decidieron ir a probar.

Pero a Clarke y Lexa les apetecía estar un rato a solas, así que antes de que llegara la hora de quedar con las amigas de Clarke, estuvieron en casa de la rubia charlando, y besándose, para que mentir, y después fueron tranquilamente paseando hasta el restaurante. Por supuesto Octavia y Raven no habían llegado, cosa que Clarke ya sabía, porque normalmente cuando salían de fiesta Raven siempre tardaba la vida en arreglarse. Y eso que ahora se suponía que ya no tenía necesidad de ligar, que ya tenía a una bien atadita.

Quince minutos más tarde por fin aparecieron y después de que Clarke les recriminara la tardanza, que Octavia no tardó en señalar a Raven como la culpable, entraron en el restaurante.

Mientras miraban la carta hablaron de cómo les había ido la semana a cada una aunque no había muchas novedades que contar. Una vez pidieron y les trajeron la comida el tema de conversación cambió.

- Bueno y ¿cómo os va? Tortolitas. - Preguntó Raven.

- Muy bien. - Contestó Lexa.

- De maravilla. - Corroboró Clarke.

- ¿Para cuándo la próxima cita? - Volvió a preguntar Raven.

- Ya veremos. - Dijo Clarke.

- Sabes que nos puedes dejar a Emily cuando quieras ¿no? - Comentó Raven.

- Sí, claro. Para que os pille enrollándoos en el sofá. - Atacó Clarke a la otra pareja para que así la conversación huyera de ella y Lexa.

- ¡Oye! - Exclamó Raven.

- ¿Qué? - Dijo Clarke. - ¡A ver si no va a ser verdad!

- Claro que no, tenemos cuidado. - Dijo entonces Octavia.

- Claro... - Empezó Clarke. - Por eso me enteré que eráis novias cuando mi hija os pilló morreándoos en el sofá. No quiero ni pensar en lo que hubiera visto si sale un poco más tarde de la habitación.

- No hubiera visto nada. - Dijo entonces Raven, ganándose una mirada de Clarke que dejaba claro que no se creía nada de lo que estaba diciendo su amiga.

- ¿Seguro? - Insistió Clarke.

- Seguro. - Dijo Raven ahora, pero con poca convicción. - Y aunque hubiera visto algo no lo hubiera entendido.

- Escúchame bien Reyes. - Dijo Clarke amenazadoramente. - ¿Cómo mi hija me venga a preguntar algo del sexo antes de los quince años vas a hablar tu con ella? ¿Te queda claro?