13❤

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Al despertar me encuentro en el hospital, me duele el cuerpo y la cabeza. Veo a Chris a mi lado.

Chris: ¡Nancy! ¿Estás bien?
Nancy: ¿Qué paso? ¿Y Adam? Dime que todo lo que pasó es una pesadilla… ¡Dime! chris: Nancy, relájate por favor.
Nancy: ¡¿Cómo me pides que me relaje?! Adam es lo único que tengo… era lo único que tenía.

Estaba descontrolada, destrozada porque me han quitado mi otra mitad. No me reconocía a mí misma, solo lo quería a él; el amor de mi vida y la vida me ha quitado a ese amor. No podía tranquilizarme sabiendo que mientras lo esperaba, nunca llegó; lloraba desconsoladamente, veía a Chris preocupada y llamando al doctor para que me diera un sedante, ¡vaya que me calmó!

El doctor le había dicho a Chris que no me hablara sobre Adam, porque podía tener problemas en mi sistema nervioso. Cuando volví a abrir los ojos pensé en que todo lo que había pasado solo era una pesadilla, pero lamenta- blemente no fue así. Miré a Chris hablando con el doctor, no alcancé a escuchar la conversación, pero pude ver que estaba llorando. ¿Por qué? No creo que le haya afectado tanto la muerte de Adam

No les mentiré. Me siento vacía, incompleta e inútil. No tengo fuerzas para seguir adelante y mucho menos para seguir viviendo. Quiero estar con él donde quiera que esté, verlo, besarlo, tenerlo en mis brazos y decirle cuánto lo amo. En ese momento se me acerca Chris.

Chris: ¿Te sientes mejor Nancy? Nancy: Sí Chris, no te preocupes.
Chris: El doctor me dijo que podías irte en cuanto lo- gres controlar tus… emociones porque has estado muy alterada por… yo me quedaré contigo para lo que necesites.
Nancy: Gracias Chris, pero no hagas esto. Tú tienes una vida, un trabajo, no desperdicies tu tiempo conmigo.
Chris: Nancy, nunca desperdiciaré mi tiempo en algo que no sea importante para mí, y sabes que la familia es primero.
Nancy: Gracias Chris. ¿Qué te decía el doctor y por qué estabas llorando?
Chris: ¡Ehm! Pues me dijo lo que te acabo de decir, y lloraba de felicidad porque tú sabes… los hospitales no son muy bonitos que digamos.

No le creí mucho, pero no puedo obligarla a que me diga la verdad. Pero, ¿por qué lo oculta? En fin, es lindo saber que tienes a alguien que te apoya y que es de tu familia.

Todo lo que me daban de comer lo vomitaba, ¡horrible la comida de hospital! No me daba hambre. Solo tengo ese momento cuando lo vi partir; no pensé que su regreso sería directo a la tumba. Entonces comprendí las tormentosas pesadillas; eran predicciones que nunca quise aceptar, al igual que ignoré los presentimientos. Me querían advertir, pero no los atendí.

Chris: Nancy, debes comer algo por favor, tienes que recuperarte.
Nancy: No tengo hambre.
Chris: Por favor Nancy, Adam quisiera que estuvieras bien, hazlo por él.
Nancy: Si él quisiera verme bien jamás se hubiera ido, aunque yo le pidiera que se fuera; sería diferente, estuviera aquí conmigo… ¡todo es mi maldita culpa!

Me sentía muy mal, no podía tolerar más esta tristeza, aunque Chris tenía razón, si él estuviera me obligaría a comer, así que intenté hacerlo. Pasé dos días más internada. Mi prima me pidió que pasara unos días con ella en su casa, pero tengo trabajo pendiente, aunque en verdad no tengo ánimos. Como ella es fantástica, habló con Lucinda y le dijo que voy a estar un mes en recuperación. ¡Wow! ¿Tan grave estoy?

Empecé a dudar de que a Chris le faltara un tornillo. Lo cierto es que necesito ese mes para estar lejos de todo y de todos. Puede que por fuera me mire bien, pero por dentro no lo estoy. No hay noche que no llore, que no lo piense, que no lo extrañe y cada día siento la soledad más grande; sin un abrazo, sin un amanecer y sin su compañía. ¿Por qué la desgracia me sigue? ¿Acaso mi vida será corta? ¿Acaso no quieren que sea feliz? Muchos planes teníamos: nuestra casa, nuestros futuros hijos, todo se vino abajo. ¡Oh Adam! ¿Por qué te fuiste de mi lado?

Una Carta a CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora