volley dorks,,hq!! one shots.

TSUKISHIMA.

Pedido de BelencitaBaque, espero te guste porque me fue dificilísimo porque no es que ame al postesaurio... Pero aquí esta.

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向日葵

MALDITO, ESTÚPIDO Y SENSUAL POSTE PARLANTE DE LUZ.

Ah... Hola.

-¿Te perdiste?- Escuche la voz burlona del poste detrás de mi.

-¡Santísima Virgen de la papaya! ¡Un poste parlante!- Grite con un notorio sarcasmo en mi voz.

-Tu voz es irritante.- Bufó en respuesta.

-No tendrías que escucharme si no estuviéramos condenados a pasar 3 horas juntos castigados por tu culpa.- Bien, esto no era extraño... El poste y yo siempre peleamos por cosas sin sentido.

-¿Mi culpa?- Se detuvo señalandose a si mismo.-No es que quisiera quedarme contigo 3 horas... Tengo cosas mas importantes que hacer.- Murmuró lo ultimo mientras avanzaba mas rápido.

-¡Hey! ¡Tsukishima! ¿Vas a saltarte el castigo?- Pregunte a la nada.

Ya se había ido.

Suspire mientras mordia mi labio.

¿Por qué diablos se había ido? Se veía nervioso... ¿Era una chica la razón? Porque dudo que fuera por Yamaguchi... En fin... Dudo que sea por una chica... Ninguna en sus cabales podría fijarse en el... Claro... Yo no estoy en mis cabales, al parecer.

Bien, emprendí mi camino a la sala de castigo para encontrarme con el profesor saliendo apurado y medio gritando un "¡Ahí voy gatita!" Dejándome claro que no habría castigo hoy.

Camine hacia el patio encontrandome con Yamaguchi y Tsukishima hablando como si se tratara de microtrafico de drogas.

Le reste importancia por un segundo hasta que vi a Yamaguchi sacar nervioso algo de su mochila... ¿Flores? ¿Rosas? ¿Girasoles?

Lo peor vino luego... Tsukishima las tomaba delicadamente y murmuraba lo que parecía ser un tímido "gracias Yamaguchi" totalmente sonrojado.

¿Escucharon eso? Es mi corazoncito rompiéndose en mil pedazos.

Me di la vuelta antes de que ambos se dieran cuenta de mi presencia y en menos tiempo del que esperaba me había sentado en uno de los pasillos a llorar.

-Llorar por un gay es estúpido... Pero mas estúpida soy yo...- Me dije a mi misma sin notar a alguien mas a mi lado.

-¿Te gusta un gay? Eso si que es triste... Mas que tu vida en general.- La voz del poste que me ilusionó llego a mis oídos como una ilusiones lejana.

-No veo porque venir a fastidiar ahora.- Le conteste de mala gana mirando hacia otro lado.

-Bien... Ahora me doy cuenta de que esto es malo.- Un suspiro salio de sus labios haciendo que su aliento chocara con mi mejilla.

¿En que momento se había puesto frente a mi? Ahora luchaba por poder girar mi cabeza como la niña del exorcista y no verlo a los ojos.

-No creo que debas estar aquí... De todas maneras... Tienes cosas mas importantes que hacer... - Le dije para recoger mis piernas y pegarlas a mi pecho.

-Y... Si... Yo... Quiero estar aquí... ¿Hay algún problema?- Su voz sonaba extraña.

Levante apenas la vista y me encontré con su rostro bajo y lo poco que pude ver de un ligero sonrojo.