XIX

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De alguna forma conseguimos escabullirnos de la fiesta aquel día, incluso sin que Gilbert pudiera protestar de ninguna forma, Alice sabia como imponerse cuando quería. Los días volvieron a su cauce, con la misma rutina, aunque hacia un par de semanas que no vi a Furio, aunque el jardín seguía igual de cuidado que siempre.

- Comida- rascaba Blue su cacharro.

- Voy- me levanté del sofá y fui en busca de la bolsa de alpiste.

Al parecer Blue empezó a cogerme cierto cariño pues ahora también se posaba en mi hombro mientras hacía mis quehaceres por la casa, aunque siempre estaba en guardia. Cuando está junto a Alice es capaz hasta de dormir en su regazo y dejarse sobar por ella. Aun así me doy por satisfecho por el voto de confianza que me está dando ahora, pues a veces me saluda al llegar a casa.

Estaba llenando el platito de Blue cuando me sonó el móvil, cosa que me sobresaltó y dejé caer unas cuantas de esas cosas que lleva el alpiste aunque Blue en seguida se encargó de ponerse a limpiarlo. Dejé la bolsa sobre la mesa y descolgué sin mirar que numero era.

- ¿Sí?

- ¡Hola, Axel! Lo siento, pero... ¿te puedo pedir un favor?- oí la voz de Alice al otro lado, hasta escuché como juntaba las manos para pedirme el favor.

- ¿Eh...? Claro, ¿Qué ha pasado?- me extrañé. No hacia ni tres horas que se había marchado hacia la universidad.

- No estarás ocupado ni haciendo nada ¿verdad? No quiero molestar.

- No, no, solo estaba viendo la tele en el salón. Dime.

- ¡Genial! Se me ha olvidado algo muy importante en mi habitación, ¿podrías traérmelo?

- Vale, ¿qué es?- caminé hacia su cuarto y abrí la puerta.

- Es una especie de caja y unos papeles grapados, están encima de la mesa.

- Je...- me rasqué la nuca- ¿Qué mesa...?

Su habitación estaba patas arriba, ropa desperdigada por todos lado, papeles por doquier, cosas que desconocía y prefería no saber que eran por las esquinas. Solo una esquina pegada a la pared estaba libre de suciedad y supuse que era allí donde hacia las conferencias en directo del trabajo.

- Bueno, pues esta al final de la habitación, si ves el ordenador, eso es la mesa.- sonaba casi a carcajada por parte de ella.

- Bien, ahora miraré de entrar sin pisar nada.

- Da igual, si está en el suelo es que no es importante- se dijo restándole importancia.

- ¡Ya claro! Como que me hace mucha ilusión pisar tu ropa interior.- protesté

- Ya sabes cada cual con sus fetiches.

- ¡No me metas en cosas raras!- de alguna forma mientras discutíamos llegué hasta la mesa.- Es un paquete pequeño y gris. Con unos papeles que pone Pa..papil..lio...

- Sí esos son- dijo apurada. Sin dejarme terminar la frase continuó- Ya avisé a los de abajo para que te acompañen en coche hasta aquí.

- ¿EH? ¿Está bien molestarles por una cosa así?

- ¿Sabes dónde queda mi universidad? Necesito que llegues pronto, no en cinco horas de bus...- exageraba.- Estaré esperando, gracias- y colgó.

- ¿Y ya está? ¿No me dirá nada más...? Genial- suspiré mientras cogía el paquete y los documentos.

Fui a mi cuarto, cogí algunas cosas, guardé el alpiste para que Blue no abusara en mi ausencia, rellené su agua y salí fuera no sin antes cerrar con llave.

Opiniones Disidentes (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora