"My mochi" [Kookmin]

- 04 -

- Yah - exclamó queriendo golpearme.

- Es la verdad - dije soltando una carcajada, para después ser callada por una mirada. - ¿Qué? - dije con nerviosismo.

- Tienes la risa más linda del mundo entero - dijo con su eyesmile.

- G-gracias - dije más que nervioso. Mi amor platónico acaba de decirme que tengo la risa más linda del mundo.

Dimos vueltas por todo el supermercado buscando comida, y terminamos comprando más de lo que necesitábamos, si, soy un comprador compulsivo. Sí veo algo que me gusta, lo compro.

Al llegar a mi departamento me dijo que me duchara mientras él hacia la cena, pero me negué. Quería ayudarlo.

- ¿En qué te ayudo hyung? - dije mientras me acercaba a él. En ese momento se dio vuelta de golpe y vino corriendo hacia mis brazos mientras unas traviesas lágrimas salían de sus ojos.

- Hyung... - lo llamé con dolor en mi voz, lo único que recibí de respuesta fueron unos sollozos de parte de él.

- Oye, está bien que llores, pero estás mordiendo mi hombro - dije para luego escuchar una risita tímida de su parte.

- Eres un tonto - dijo entre risas.

- Ya, vamos a cocinar, tengo mucha hambre. - dije dando leves golpecitos en su espalda y secando sus lágrimas.

-Esta bien, Jungkookie ~ - dijo sonriendo.

Jimin hizo mucha comida porque yo dije que tenía mucha hambre, pero él no comía, decía que simplemente no tenía apetito.

- Jimin.... - lo llamé.

- Jungkookie - dijo en modo de respuesta.

- Tienes que comer - dije regañandolo mientras me acercaba a él.

- No tengo hambre Jungkookie - decía mientras jugaba con la comida que había en su plato.

- Tienes que comer igual - dije provocando que riera - Es en serio - dije mirándolo a los ojos.

- Está bien - dijo probando un bocado de la comida que él había preparado.

- Está delicioso - dije sonriendo.

- Es cierto - dijo dejando de comer nuevamente.

- Oye... - dije viendo que estaba cabizbajo.

- Lo siento Jungkookie - dijo secando sus lágrimas nuevamente.

-¿Por qué lo sientes? - dije mirando sus ojos.

- Porque tienes aguantarme - dijo sollozando.

No hizo falta más nada para levantarme y abrazarlo nuevamente. Simplemente no podía verlo de ese modo.