"My mochi" [Kookmin]

- 03 -

Ver a Jimin llorando en mi hombro, no era mi escena preferida. Había silencio. Un silencio horrible, donde sólo se escuchaban los sollozos queriendo ser callados de Jimin. Y yo sentía como mi camiseta se iba mojando de a poco.

- ¿Puedes irte ya? - dije con enojo a la ahora ex novia de mi amor platónico.

- Claro - dijo con una sonrisa y se marchó, así como si nada, como si no le doliera verlo de ese modo.

Pasaron varios minutos y Jimin seguía llorando, pero después de un rato empezó a calmarse, hasta que ya no se movía.

- Jiminnie - Lo llamé con cariño.

- .......

- Enano... - dije intentando recibir señales de vida.

- Mhm - dijo con la voz ronca. Ahí fue cuando me di cuenta que Jimin estaba dormido, acostado en mi regazo.

- Tenemos clase - dije moviendo su cuerpo con cariño para que se despierte.

- Ya voy - dijo con sueño en su voz.

Jimin se levantó con pereza de mis piernas, refregó sus ojos, tenía los cachetes de un color rosado, y su saliva había salido de su boca sin que se diera cuenta.

Me acerqué a Jimin a un paso lento y le limpié el rastro de saliva que había salido sin que se diera cuanta.

- Gracias Jungkookie - dijo intentando sonreír.

- ¿Quieres quedarte a dormir en mi casa hoy? - dije sin pensarlo dos veces.

- Claro, espera que le avise a mi madre - dijo tecleando algo en su teléfono - Ya está - dijo está vez con una sincera sonrisa.

- ¿Almorzamos en mi casa? - dije cuando salíamos de la escuela.

- Yo cocino - se apuró a decir.

- Está bien, de todos modos, no se cocinar - dije para luego escuchar su risa tierna.

- ¿Qué quieres comer? - soltó cuando estábamos llegando a mi departamento.

- No lo sé, lo que quieras cocinar - dije siendo sincero.

Cuando llegamos abrí la puerta de mi departamento y dejamos nuestras mochilas para ir a comprar al supermercado, ya que no tenía nada para cocinar.

Al llegar al supermercado tomamos un carrito y obligué a Jimin a meterse ahí dentro.

- Jungkookie esto... no quepo aquí dentro - dijo haciendo un puchero extremadamente tierno para mi vista.

- Claro que si, eres pequeño - dije sonriendo.