"My mochi" [Kookmin]

- 07 -

- ¿Es una broma? - dijo levantando su rostro.

-No, Jimin. Es muy divertido estar contigo, además si no es por ti no como - dije riendo - Y es muy solitario aquí sin ti.

- ¿Estás hablando en serio? - dijo mientras me miraba a los ojos.

- Si, enano - dije comenzando a reír por el apodo que acababa de decirle, a lo que Jimin me asesinó con la mirada.

- No lo sé, lo pensaré - dijo haciéndose el ofendido.

- Oh, vamos - dije comenzando a tocarle las mejillas.

- No, me iré a mi casa ahora - dijo riendo.

- Estas en tu casa ahora - dije levantandolo y haciéndole cosquillas.

- Jungkook - dijo riendo - No me hagas cosquillas - dijo mirándome mientras no podía parar de reír - Ya déjame - dijo riendo.

- No lo sé, lo pensaré - dije repitiendo lo que el había dicho en tono de burla, mientras comenzabamos a reír.

                               ***

A la mañana siguiente, me levanté con pereza de mi cama y fui a buscar a Jimin, ya que no sabía dónde estaba.

Al llegar a la cocina me encontré a un Jimin cocinando, y al lado de la puerta todas sus cosas.

- Buenos días cara de rata- dijo sin siquiera darse la vuelta.

- Buenos días enano - dije riendo.

- ¿Me ayudas a poner la mesa? - dijo tomando lo necesario para poder desayunar.

- Claro - dije tomando algunas cosas de sus manos para que Jimin no ponga la mesa solo.

Al terminar de poner la mesa, comenzamos a desayunar lo que Jimin había comenzado a preparar desde temprano.

- Oh, Jimin hyung - dije sorprendido.

- ¿Qué sucede? ¿Está feo? - dijo levantándose rápidamente e intentando quitarme mi plato.

- Está delicioso - dije quitando su mano delicadamente.

- ¿En serio? - dijo con sus ojos iluminados y una hermosa sonrisa en su rostro.

- Claro - dije riendo levemente y dándole otro bocado a mi delicioso desayuno.

Al terminar de desayunar, levanté la mesa y lavé los platos, ya que Jiminie había hecho todo el trabajo de hacer el desayuno y poner la mesa juntos.

- Jiminie hyung - lo llamé dulcemente.

- ¿Si, Jungkookie? - contestó con el mismo tono.

- ¿Quieres que te ayude a guardar tus cosas? - dije un tanto tímido.

- ¿Puedes? - dijo girándose y mostrándome una sonrisa.

- Claro - dije animado.

                                ***

Llevamos las maletas de Jimin al cuarto que tenía de sobra y comenzamos a guardar cada cosa en su respectivo lugar.

Al terminar, ambos estábamos tan cansados, que terminamos durmiendonos juntos, acostados en su nueva cama.