Capitulo 5

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El ambiente se había vuelto incomodo. Luna actuaba de una forma extraña. Se notaba su incomodidad al hablar. Supuse que era por mi presencia. No quería incomodarla así que preferí irme.

Benjamín se propuso a llevarme a mi casa, como aún no sabía el camino de regreso acepté.

Durante el recorrido ninguno se limitó a hablar. No abría un tema de conversación de parte de los dos. 

Llegamos a mi casa y Benjamín me acompaño hasta la puerta.

-Mañana vendré por ti

-No es necesario, quiere estar solo

-Nadie debe estar solo

-Pero lo necesito, necesito estar solo

-Entiendo

Se notaba tristeza en la respuesta de Benjamín. No me sentía mal por eso, sentía que Benjamín me ocultaba algo.

-Benjamín...

-¿Si?

-¿Hay algo que aún no me has dicho?

Benjamín se quedó en silencio por un momento. Enseguida deduje que había algo que Benjamín aún no me había dicho. ¿Pero que?, Y ¿Por qué?

-Claro que no, ¿Por que lo dices?

-No...Por nada

Sin agregar nada más entré a mi casa. No esperaba decirles mis razones, preferiría que el fuera quien me lo contará por su propia voluntad. Pero si el dice que no pues... Le creeré.

Al día siguiente decidí ir a aquel edificio abandonado que se me hacía conocido. Quizá si voy pueda descubrir algo más sobre mi pasado. 

Pedí un taxi y este me llevo  hasta el edificio. No sabía la dirección exacta pero si me sabía las calles que tenia que cruzar para ir. Después de darles las indicaciones al taxista llegué a aquel edificio. Llevaba las ventanas rotas, paredes en descomposición y no tenía puerta de entrada. En otras palabras estaba en ruinas. 

Por lo visto nadie venía aquí desde hace un buen tiempo. El lugar olía a humedad, el ascensor no funcionaba y las escaleras estában casi rotas. Subí por aquéllas escaleras con mucho cuidado de no caerme, llegué al segundo piso pero este se encontraba completamente oscuro​, no me llamaba la atención estar ahí así que seguí subiendo hasta llegar al tercer piso. Este tenía mucha claridad. El espacio era amplió y el olor a humedad no era tan abundante. Caminé por aquellos pasillos tratando de recordar algo, pero ningún recuerdo venía a mi. 

Mi cuerpo de pronto se sentía cansado, mis ojos se cerraban. No estoy seguro si era por el cansancio de andar caminando demasiado o era por que no dormí lo suficiente anoche. Sea lo que sea me sentía cansado así que me a recoste en una de las columnas del edificio. Sin más me quedé dormido.

Al abrir lo ojos me tope con la luz de la hermosa luna reflejando a través de aquel​ gran hueco en la pared. Caminé hacia el, hasta estar lo suficientemente cerca de la orilla del edificio. Miré hacia el cielo para contemplar aquella hermosa noche. La luna grande y brillante con siempre y acompañada de aquellos puntos brillantes a su alrededor. Era una hermosa vista.

-¡Alto! No lo haga, se caerá

Una voz resonó por mi cabeza provocando un insaciable dolor. Se trataba de un recuerdo, uno de los primeros en aparecer. Sabía que esa voz provenía de mi, pero ¿A quien se lo decía?

Desde otro lugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora