Habían pasado un mes desde que supe de su existencia. Prácticamente no sabia donde estaba, ni como se llama, ni por que ya no esta a mi lado. Tenia muchas preguntas, pero no tenia respuestas, Y aquellas personas que la sabían no estaban dispuestas a dármelas.
Pero estaba seguro que mi tormento estaría apunto de acabar, ya habían pasado 4 meses desde mi accidente. Según el doctor no faltaría mucho tiempo para que mis recuerdos vuelvan a mi. Pero no me gustaba la idea de seguir esperando. Estos meses se me hacían una eternidad.
Me encontraba en la universidad, recorriendo los mismo pasillos que suelo recorrer todos los días con la esperanza de recordar algo mas sobre mi.
Esto se había convertido en parte de mi rutina, cada vez que me sentía aburrido y sin nada que hacer vengo a este lugar, con la esperanza de recordar algo, pero lamentablemente esta esperanza se va alejando cada vez mas de mi. Es lamentable no poder saber nada, tanto de mi como de ella.
- Buenos días Joven Esteban
- Oh, Buenos días
No había notado que el señor Hans estaba a mi lado.
- ¿Que lo trae por aquí?
- Lo mismo de siempre - Suspire - Caminar sin un rumbo fijo
- Me duele verlo así
- ¿Así como?
- Tan deprimido, es diferente de como lo conocí
- Me deprime no saber nada de mi, me siento solo, vació, busco respuestas pero nadie me las da
El silencio se apodero de ambos. No podría decir por cuanto tiempo, no le preste atención a los segundos ni minutos, solo me concentraba en la fría briza que tocaba mi rostro.
- Lo siento mucho - Dijo rompiendo el silencio
- ¿Por que lo dice?
- Se que no debería decir le esto pero me duele velo así - Se volteo a mirarme fijamente - El joven Benjamín hablo conmigo
- ¿Benjamín?
Asintió.
- Me dijo que no le dijera nada acerca de su pasado
- ¿Por que? ¿Por que le dijo eso?
- No lo malinterprete, Benjamín es un gran chico y un gran amigo, solo busca lo mejor para usted
- ¿Lo mejor para mi?
Volvió a asentir.
- ¿Y lo mejor para mi seria ocultarme mi propio pasado? ¿Eso seria lo mejor para mi?
El señor Hans se llevo ambas manos a la cabeza y empezó a a suspirar.
- Benjamín, no es malo, el te aprecia, tarde o temprano sabrás el por que lo hace
No quería seguir hablando, me sentía realmente furioso y sin ánimos, sin mas salí de ahí y abandone la universidad por el calor de mi casa.
Al llegar ahí me tire en el sofá. Me sentía cansado y frustrado de que Benjamín no me haya dicho toda la verdad. ¿Pero por que?, ¿Que hay de malo en todo esto?
El tiempo se había pasado rápido. Ya había pasado mas de un mes. Durante ese tiempo me la pase distante con los demás, evitaba llamadas y también recibir invitados a mi casa y incluso a los de mi familia. Solo quiera estar solo, era como me sentía, solo y abandonado.
Me encontraba durmiendo, soñaba con aquella noche del accidente, aquella noche en la que mi vida cambio por completo. Pero esta vez no era un simple sueño, era algo mas.
En aquel sueño me encontraba en la universidad, sostenía una mochila negra en el hombro, caminaba hacia la cafetería junto a Benjamín, ambos reíamos. Pero en ese instante mi vista se fijo en aquella chica de ojos café y cabellera marrón.
Estaba sola sentada en una de las mesas del lugar, contemplando aquella tasa banca que traía en ambas manos. Pasamos por su lado. Nuestras miradas se cruzaron en aquel momento.
Nos sentamos en una de las mesas que quedaba justo al frente de la mesa de ella.
- Es ella - Dije
- ¿Que no es ella la de la fiesta de anoche?
- Si, es ella
- ¿Le preguntaste su nombre?
- No - Agache la cabeza
- ¿Por que?
- No tuve el valor
Benjamín empezó a reír.
- No te preocupes, averiguare su nombre
Benjamín se paro de la silla,
- Oye no, espera, ¿Que haces?
Benjamín me ignoro y siguió caminando con direccion a ella.
Ambos empezaron a hablar, podía ver que una pequeña riza salio de ella. Ambos siguieron la mirada hacia mi, lo cual hizo que el corazón quisiera salirse de mi pecho. Después de una pequeña charla Benjamín regreso a sentarse ami lado. Llevaba una gran sonrisa.
- ¿Estas loco?, ¿Como pudiste? - Me encontraba nervioso
- Oye tranquilo, ya se su nombre
- ¿Y cual es?
- Leia
Abrí los ojos rápidamente. Mi corazón estaba latiendo con fuerza, mi polo estaba completamente lleno de sudor. había recordado su Nombre, Sabia su nombre. Solo me faltaba encontrarla. Tenia que buscarla. Ahora nada podrá detenerme.