Los días transcurrían y me sentía cada vez más lejos de ella. Aún tenía la esperanza de volver a verla. Pregunte muchas veces por ella pero nadie parecía saber de ella o eso era lo que querían que llegara a pensar.
Desde mi habitación oí el timbre de mi casa sonar. Rápidamente baje y abrí la puerta, era Cristian, hace mucho no lo veía, tampoco le eh llegado a preguntar sobre ella, quizá el sea el único que puede ayudarme a encontrarla.
- Hola Esteban - Dijo tomando asiento en el sofá - ¿Cómo te encuentras?
- No tan bien
- ¿Por qué?, ¿Paso algo?
- Leia
Cristian se sorprendió al oír ese nombre.
- ¿Le...leia? - Tartamudeo, se encontraba nervioso
- Si, necesito encontrarla
Un sentimiento de tristeza invadió completamente a Cristian asiendo que su mirada se enfocara al suelo, como si quisiera evitar la conversación.
- No creo que sea buena idea Esteban - Dijo con una voz seria y baja
- ¿Por qué lo dices?
- Se por qué lo digo, y créeme es mejor que las cosas sigan así
- No, necesito encontrarla - Sentía un nudo en la garganta - Tienes que ayudarme
Cristian estaba a punto de responder cuando el timbre de la casa sonó. El dejo salir un suspiro como si estuviera esperando una interrupción para no seguir hablando.
Cristian se paró del sofá y camino con dirección a la puerta. Al abrirla pude ver la figura de Luna. Ella se sorprendió al ver a Cristina y viceversa. Ella dirigió la mirada hacia mí evitando la mirada confundida que Cristian posaba en ella.
Luna camino por la sala hasta quedar sentada a mi lado. Cristian la siguió sentándose en frente de los dos.
- ¿Qué haces aquí Luna?
- Vine a verte y ah saber cómo te encontrabas- Su voz sonaba ronca y apagada como si cargara un gran lamente en si
- Él está bien - Dijo Esteban
Luna le dedico a Cristian una tímida mirada.
-Estaría mejor si me dijeran la verdad
- Esteban... - Luna fue interrumpida por el sonido del timbre
Cristian se levantó y camino hacia la puerta, al abrirla pude ver a Benjamín. Benjamín nos miró confundido, como si no esperaba encontrarse con esto.
- ¿Qué haces aquí? - Pregunte levantándome del sofá
Benjamín camino por la sala mientras llevaba la mirada fija en mí.
- Vine a hablar contigo
- ¿Sobre qué?
- Sobre tu pasado, esta vez te diré la verdad - Dijo sentándose al lado de Cristian - Pero antes... -Benjamín metió su mano en su bolsillo sacando un sobre de color crema - Esto es para ti - Dijo extendiéndome el sobre para que lo tomase
Tome el sobre con desconfianza, me gire a ver a Luna quien se encontraba a mi lado, ella solo me miraba como si sintiera lastima por mí.
Abrí el sobre y saque una hoja blanca con una escritura al medio, sin más la leí mentalmente.
Hola Esteban
Escribo esta carta para decirte lo mucho que te eh llegado a amar.
Gracias por haberme ayudado aquella vez en el edificio abandonado, si no hubieras estado ahí probablemente yo no pude haber llegado a apreciar lo bueno de la vida a tu lado.
Jamás olvidare la primera vez que te conocí, estabas tan nervioso y yo igual. Recuerdo que apenas podías hablar y mirarme a los ojos.
También recuerdo aquella tarde en la cafetería cuando me preguntaste en aquella mesa si sería tu novia, admito que me sorprendiste y me llenaste de emoción, tanto que desde esa vez empezamos a salir.
El tiempo ha pasado y ambos sabemos que cada día es más difícil que el otro. Me temo que ha llegado el momento de decirte adiós. Lo siento pero ni tú ni yo podemos evitarlo... Lo siento, Espero estés bien.
No te preocupes por mí, yo estaré bien... Quizá este adiós no sea definitivo.
Atte. Leia
Al terminar de leer la carta mis lágrimas no tardaron en salir, sentía como si algo en mí se había roto en pedazos. Saber que me abandono y lo peor de todo es no saber el porqué.
Sentí unos brazos recorrer mis hombros. Eran los de Luna quien al verla también se encontraba llorando, como si se lamentara por lo sucedido. Levante la mira y vi a Cristian y a Benjamín observarme con melancolía en los ojos.
- Lo siento Esteban... -Dijo benjamín con un tono de voz bajo y lamentable