Por si no lo había notado, todo estaba de sangre hasta las trancas.Aunque esa es una expresión extraña, extrañísima, de Y mas que Z, casi X. ¿Quién coño diría algo como eso en una situación como esa?
Oh, claro, él.
Pero supongo que las leyes no escritas del situamiento explícito me obligan a explicar dónde y cuándo nos encontramos.
En un local de los suburbios (en el sentido hispanohablante de la palabra) a las 3:35 de la mañana rodeado de más de cuarenta cadáveres y, así, contando por la izquierda, unos veinte delitos penales.
Algunos grafitis apenas se notan tras las machas rojas de glóbulos rojos, blancos, plaquetas. Por ejemplo, la palabra puto, la l y la e de "puto el k lo lea" es difícilmente discernible. No se lee nada tras la segunda palabra de la pintada de "hitler did nosin grong". Por no contar que se necesitarían tres limpiezas para apartar la sangre del corazón que reza "luismi x chusi" sino se borran antes las letras en sí.
Se podría separar a las personas de aquel destartalado antro en dos grupos: a los que les faltaba poco para parecerse a alfombrillas y los que pasarían por una nube de campamento, aka, chamusquina. Había un tercer grupo, pero esos fueron los drogadictos que, pobres su nivel de alcohol en la sangre, consiguieron saltar por ventanas, puertas, y a los del primero antes de huir calle arriba calle abajo.
También había un cuarto equipo, uno minoritario, como esos partidos de las elecciones de los que ni uno sabe hasta que te lo muestran en último lugar, con dos votos.
Oh, no, espera. ¿Cuentan las almas en pena como parte de este esquema?
Es algo extraño, para ser sinceros. No verás el suave movimiento de los hombros ni del pecho que se formula al absorber aire, pero se lava las manos sin mucho esfuerzo activando el grifo del lavabo cuando acaba de ir al baño. También es inusual como, si pones atención y te colocas en el plano devido, su piel parece dejar atisbos de cualquier paisaje que hubiera detrás suya. No porque el su tez careciera ya de por sí de melanina y se viera exageradamente blanco, no, sino por que literalmente podías ver a través de él.
Ciertos ignorantes que viven por el día se refieren generalmente a gente como él como fantasma. Pero todo siempre es más complejo de lo que sabemos apreciar.
Así que se unió de forma postureada al tecer grupo y salió algo perturbado y bastante nervioso de vuelta a casa.
"Casa".
Uf, eso es jodido.
¿Desde cuándo llamaba "hogar" a una choza aleatoria que tendía a cambiarse cada cierto tiempo?
Oh, espera, los pensamientos se ramificaban de nuevo. Le obligaban a detener su in media rés y volver a contar desde el inicio.
A penas unas horas antes estaba mirando el cielo, oh, es decir, sus ojos.
Porque la verdad es que esto es muy gracioso, lo es. Y es que nunca supo decir con certeza de que color eran los iris de Jack.
No, nadie se ha golpeado en la cabeza, ni mucho menos. Les gustaba observarlos. A cada hora, minuto, segundo, pero no instante, porque si los mirara a cada instante Jack le frenaría y le obligaría a meterse en un centro de desintoxicación.
A Ben le daba vergüenza, más bien miedo, preguntárle de qué color eran sus ojos. Por eso mismo esa duda se quedaría en la subjetividad de su mente, dependiéndo de su estado de ánimo.
Por eso si Ben decía que los ojos de Jack se movían con la tranquilizante serenata del vaivén de las olas del mar cuya marea se encuentra en su punto más bajo era porque Ben estaba melancólico.
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Chill Out ♨benjack
Hayran Kurgudonde el camino a casa siempre es duro y más duro es no saber el color. ☺ BenJack shipp ahead