Capítulo VII

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- E-estás descalzo... - logré decir en un esfuerzo sobrehumano.

MinHo sonrió y bajó la mirada hacia sus pies desnudos.

- Me encanta la lluvia – me dijo – Solo que, las tormentas...

- ...te dan miedo, por los truenos – le interrumpí, él me miró confundido – Vi tu video, cuando se lo dijiste a Kichijiro-san

La sonrisa de MinHo se disipó. Yo me distraje por las formas en que su cabello húmedo caía por su cara, por sus pestañas mojadas, por su piel brillando en humedad, por los contornos de su cuerpo remarcado a causa de su ropa mojada.

- ¿Qué haces aquí MinHo?

No me respondió. Odiaba cuando no lo hacía, siempre me molestó cuando MinHo sabía que yo estaba enojado y me miraba con esa cara de perro abandonado mientras le exigía respuestas. Sentía que me manipulaba y, maldita sea, además de verse ridículo, se veía tan... tan como que no puedes evitar apretar sus cachetes.

- ¿Cómo me encontraste? ¿Cómo supiste donde estaba? – le pregunté pero, antes de darle tiempo a MinHo de responder, todas las cosas se reordenaron en mi cabeza – fue Kichijiro, ¿Verdad? Él te trajo hasta aquí...

MinHo bajó la mirada y asintió moviendo su cabeza. Otro trueno retumbó y otro relámpago iluminó la noche, provocando que él diera un brinco de temor. ¿Qué era lo que pretendía Kichijiro? Solo una idea se me ocurrió; él trataba de redimirse. Sabía que Kichijiro se sentía culpable por no haberle impedido a JinKi los planes que tenía con el 'Proyecto Emotions' de forma más eficiente. Sabía que estaba arrepentido por haberme mentido respecto a que MinHo estaba vivo y había estado en su casa mientras yo también vivía ahí. Sabía que Kichijiro lamentaba haberme ocultado tantas cosas y traer a MinHo hasta acá, era su forma de demostrarlo.

Él quería que yo avanzara con mi vida, que cerrara ese ciclo de las cosas traumáticas que tuve que vivir, solo que, yo no estaba seguro si la presencia de MinHo iba a ser lo que Kichijiro esperaba que fuera.

- Tengo frío... - dije de forma seca y me giré, caminando de regreso a la tienda, abrazando mi cuerpo.

Cuando llegué a la puerta, noté que MinHo no me había seguido.

- ¿Qué haces ahí? – él me miró confundido y yo rodé mis ojos - ¡Ven, te estás mojando!

MinHo asintió y sonrió, caminando a mi encuentro, salpicando agua y barro con sus pies desnudos. Maldita sea, hoy había limpiado la tienda y quedaría hecha un desastre. Entré bajo techo y esperé por él, cerrando luego la puerta con seguro.

Con la luz del interior, pude ver mejor el estado en el que estaba MinHo; sus ropas lucían sucias y demasiado desgastadas, su suéter tenía algunos puntos corridos, su pantalón estaba roto en el dobladillo y la chaqueta que usaba no estaba en mejor estado. Su rostro lucía pálido y cansado, sus labios lucían morados a causa del frío y parecía que no lavaba su cabello desde hace demasiado tiempo. Se veía fatal.

- Tienes una tienda... - me dijo apuntando lo obvio, mirando todo alrededor - ¿Reparas cosas?

- Sí, ya debes saberlo, me estás quitando el negocio

- ¿Qué quieres decir? – preguntó confundido.

- Tú reparaste el dron de Hikiro-kun, no finjas que no lo hiciste...

- Oh no, yo no lo reparé, fue Kichijiro-sama, yo solo me lancé al agua para sacarlo...

- Ah... - musité de malas ganas.

[ Proyecto EMOTIONS ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora