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—Ohh — fue lo único que pudo responder desilusionado.

—¿Nos vamos?—preguntó el tintado nervioso.

—Si por favor—respondió el castaño en un tono cortante que de inmediato el mayor notó.

Tyler estaba aguantandose las ganas de llorar durante todo el camino, no quería mirar a Josh así que solo se limitaba ver hacía la ventana. Josh lucía preocupado pero no podía decir nada más. Sabía que lo había arruinado.

Pasados unos cuantos minutos, el mayor aparcó su auto en la puerta de la casa del castaño, el estaba pensando en que decirle a Tyler pero no podía articular ninguna palabra para defenderse.

Josh estaba por bajar para acompañar al castaño. Pero el mismo interrumpió.

—No te molestes Josh— le dijo al mayor sin mirarlo a ver. Para abrir la puerta el mismo.

—Tyler...— habló Josh. —Gracias por traerme—habló el menor con el mismo tono de voz.

—Al menos te despides de mi— dijo Josh con una sonrisa apuntando su mejilla con su mano.

—Adios Josh— dijo Tyler para salir y después cerrar la puerta de un portazo. El mayor borró su sonrisa.

—Idiota— se dijo asi mismo y golpeó sus puños en el volante del auto.

«Ehh...Es mi novia» pasaba una y otra vez por su cabeza, sus lágrimas amenazaban con regresar y escuchó el auto del mayor arrancar y alejarse, no quería mirarlo irse. Entró a su casa y suspiró por ver su casa, que a pesar de pasar horas en arreglarla parecía estar igual.

Cuando Tyler entró, se dió cuenta de lo tarde que era, eran casi las 6 de la tarde. Paso volando el tiempo con Josh.

Caminó a la pequeña cocina para abrir el refrigerador y agarrar una caja de leche liquida bebió un trago y la regreso al refrigerador.

Fue hacia su habitación y cuando entró vió a su padre parado a espaldas de él.

Estaba en problemas. «Diablos Josh se fue y me puso en problemas»

—Pa...pa...padre—

—Oh miren quien decidió regresar, te mandas solo— dijo su padre con voz inocente.

—Papá... Yo lo sien...—
—¡¿Donde estabas?!— gritó su padre esta vez cambiando su tono de voz.

—Estaba con Josh— respondió rápido el castaño asustado por que sabía que pasaría.

—No te excuses con mi amigo Tyler, estabas con tus amigas las fenómenas—habló entredientes el señor.

—No lo juro papá Josh me vió y me traía hacia acá pero se retrasó y me dijo que hablaría contigo— respondió asustado y con lágrimas en sus ojos.

—¡No mientas estúpido!— gritó su padre dándole la primera bofetada en su mejilla.

—Por favor pa...—habló suplicando

—Cállate— interrumpió su padre dandole ahora tres golpes tirandolo al suelo. Dejandole más marcas moraceas en la mejillas.

Cuando sintió a su padre alejarse solo se limitó a recostarse en su cama quejandose en voz baja por su cuerpo nuevamente adolorido, dejo salir sus lágrimas que retenía. Había sido un día pésimo, y solo quería estar en su cama hasta dormir, pero se levantó para darse una ducha.
Se desvistió, entro a la regadera; y dejó que todo el agua empape su cuerpo y entonces empezó a  sollozar.

—Te odio Josh— dijo con voz entrecortada. Terminó de ducharse, fue hacia su armario y saco una playera como pijama y quedándose en boxer, hizo únicamente las tareas de escuela para mañana y se recostó de nuevo en su cama, quedando en posición fetal hasta que pudiera conciliar el sueño.

                                    👽👽👽

El tintado aparcó su auto en la cochera de su casa.

Con un fuerte dolor de cabeza abrió la puerta de su casa, tirando su saco a un lado de la puerta, subió las escaleras para recostarse en su cama y poder al fin descansar. Pero cuando abrió la puerta de su habitación, escuchó un reclamó de de quién menos imaginaba que estaría ahí.

—Te llame 16 veces, Josh ¿Que hacías?— reclamó aquella chica.

—Debby, te dije que estaba en el trabajo— respondió el mayor sobandose las sienes.

—Aja, y soy protagonista de una serie para adolecentes— dijo la peliroja con sarcasmo.

—Carajo Debby... ¿Que insinuas?— contesto el tintado fastidiado. —Que si estás viendo a otra, puedes decirme de una vez Joshua— le contestó sollozando falsamente.

—Nena, no seas paranoica, ¿crees que buscaría a otra para tener que aguantar ahora dos?— respondió algo divertido por el comentario.
—Eres tan imbécil, ¿lo sabes no?— le respondió enojada. —Debby, ¿estoy cansado sí?, ¿y como entraste?— dijo el mayor recostandose en la cama.

—Pues en primera tengo una copia de tu casa que tu me diste y en segunda te estaba esperando... te extrañe— reclamaba la chica.

El mayor sólo se limitó a asentir con un sonido.

—Amor— hablo la peliroja.

—¿Si?— respondió.

—Me iré de crucero con unas amigas, 3 días, y necesito dinero.

No estaba sorprendido. Ella siempre solía venir solo por una razón. El dinero. Ni siquiera parecían pareja, desde que empezaron a salir, Debby cambió mucho. No era aquella chica con la que solia salir al principio, sino con una ambiciosa y el estaba realmente casi seguro de que lo engañaba, no era tonto.

—¿Y ¿que tal el día Amor?— habló la pelirroja con voz melosa acercandose a Josh mientras se recuesta encima del regazo del mayor, empezando a besar su cuello y dejar un camino chupetones hasta llegar a sus labios.

—Debby basta— se quejó el mayor, ella seguía besando, aflojando el nudo de su corbata y comenzando a bajar su mano pasando por su pecho hasta llegar a su cremallera de su pantalon e intentando bajarlo.

—¡Debby te dije que basta!— gritó empujando a la chica haciéndola a un lado de la cama.

—Agh, eres un idiota Joshua— dijo levantándose de la cama caminando hacia la puerta. Volteando una vez más hacia el mayor. —No te molestes cuando te engañe Joshua— dijo por último saliendo cerrando de un portazo.

Josh sólo sobó sus sienes nuevamente y miró hacia el mueble a un lado de la cama. En el había una foto de Debby y él, cuando fueron de vacaciones a Europa, en la foto se podía ver lo sonrientes, felices y enamorados que estaban.

En dos años su relación cambio radicalmente, ya ni siquiera parecían pareja solo más bien amigos con derechos pero con la diferencia de que el respetaba lo que sea que fueran y al parecer ella no. Recordó lo lindo que era su relación al principio pero eso ahora era cuestión del pasado.

En ese momento un sentimiento de nostalgia se apoderó de el, pero en ese mismo instante se dió cuenta que lo que sintió por aquella chica pelirroja había muerto.

Ahora solo la puede pensar como una amiga, incluso, muchas de las veces en sus  acostones nunca sentía que lo hacía por amor sino más bien como un pasatiempo, el ya no sentía lo mismo por ella, ya no eran la misma pareja de hace dos años.

Y luego sonrió, sonrió al recordar cierto castaño invadiendo su mente, desde el momento que lo vió sintió de nuevo esa llama que creyó jamás volver a sentir. Se sentía mal al pensar que es mucho más fuerte que con Debby. Y una parte de él le decía que estaba mal, que era mucho más pequeño y era hijo de su compañero en años.
—Que estás haciendo conmigo Ty— suspiró largamente.

Se levantó, se dió una ducha rápida quedando solo en boxers, revisó rapidamente un papeleo de su trabajo, y pasada la media hora decidió acostarse.

No concilio el sueño pronto, y pensaba en muchas cosas de su vida, era rico lo tenía todo pero aún así se sentía vacío. Le faltaba amor puro. Y con una Debby interesada, no era la persona en donde pudiera encontrarlo. Pero ahora tal vez hay algo que lo hacía sentir que podría ser feliz de nuevo.

—Serás mío Tyler — dijo para después quedarse dormido.

Yo cuidaré de tí   ~Joshler~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora