Dear Peter...

Quinto mes - El idiota -

Hola:

Bueno...déjame buscar las palabras que quiero usar...

Me siento extraño haciendo esto, a decir verdad, jamás creí que iba a hacer algo así en mi vida. Estoy en la cafetería de un hospital, siendo la media noche, creo pensar que tu "madre" ahora duerme y yo...pues yo, creo estar cuidando de él.

Quien imaginaria que estaría pasando por esto, sinceramente, mis ganas de convertirme en padre eran nulas, pase de querer estar con mujeres, por querer estar con hombres, por el simple hecho de seria una "molestia menos". Cuando lo vi, sinceramente, pensé que era la persona que yo quería para mí, con quien yo quería pasar el resto de mi vida, estar con él hasta que no nos dieran las fuerzas y morir abrazados, sintiendo sus últimos respiros, o eso creí...hasta hace un tiempo atrás.

Veo que él te escribe seguido, ya leí las primeras cartas que tiene guardadas, hace un momento fui a su casa a buscarle un poco de ropa y otras cosas, y las encontré; eso de esconder las cosas en lugares tan fáciles de descubrir es tan típico de él, solo a Tony se le ocurriría esconder cartas entre sus cajones donde tiene sus bufandas y gorros de invierno, ya lo conozco tan bien, que sinceramente no me sorprende. Bueno, la cosa es que, quise copiar su gesto.

Leí las cartas anteriores, y al parecer te enteraras que yo los abandone. Suena tan mal decirlo, ahora que estoy acá, pero es la verdad.

No pediré perdón, dado a que mi acto estuvo mal, no sé qué rayos estaba pensando. ¿Tan inmaduro soy?, ¿tan idiota como para dejarlos a su suerte?, se que Tony no es tan fuerte como lo aparenta, al menos por ti lo intento, y mira donde termino, en una camilla de hospital esperando y rezando por la vida de su pequeño hijo que aun no nace.

En fin, a lo que vengo yo. Como dije anteriormente, no pediré perdón, pero si te explicare mis razones. Sé que no debí abandonarlos, eso fue la peor cobardía que he cometido en mi vida, pero...me tomo por sorpresa. Ósea, que tu pareja te diga de un minuto a otro que van a tener un bebé, es como sacado de una película de humor, nadie se creería que estuviera esperando un bebé, ¡ES HOMBRE!, ¿Cómo rayos se embaraza un hombre?, creo que en ese momento de confunción pensé eso, creí que solo me estaba jugando una mala broma, una de muy mal gusto a mi parecer, así que tan solo salí de ahí sin pedir explicaciones, solo quería pensar.

Ese día, me fui a un bar y me junte con Sam, uno de mis viejos amigos; bebimos y le conté lo sucedido, el también se rió de mi, sinceramente, me sentí el hazme reír de el momento, como si todo el mundo me creyera loco y me apuntara con el dedo, diciéndome "se hace gay y resulta que embaraza a su pareja jajajaja".

Estuve muchos días reflexionando lo hecho, ¿y si me decía la verdad?, ¿y si...habrá una explicación más allá de toda esta "broma"?, lo pensé mucho, aun así no quise creerla.

Lo veía a la distancia, jamás lo perdí de vista, miraba como dentro de un mes de haberlo dejado, sonreía como si nada hubiera pasado, sonreía como solo él lo sabía hacer, esa sonrisa hermosa que sobresalía de sus labios, me dolía verlo sonreír, sabiendo que esa sonrisa no la provocaba yo, si no que su amigo de laboratorio quien le hacía compañía las 24 horas del día. Me ponía... ¿celoso?, si, así me ponía, aunque sabía el tenía novio, pero llegue a creer que eran amantes o algo así.

Al mirarlo de lejos, aun así se notaba que había aumentado de peso, ahí entendí que lo que me decía era verdad, aun así, no quería creerlo.

Pasaron los días, y el era feliz sin mí, con su hijo en el vientre, y yo ya no hacía falta en su vida.

Paso el mes y hasta ayer, yo lo quise dejar a un lado, quería que fuera feliz, sin quien le hizo el daño más grande de no creerle, hasta ayer creí así.

Yo estaba concentrado dibujando, creí haberlo olvidado, y tan solo dejarlo como un pequeño y hermoso recuerdo, hasta que aquel alto rubio, dios de Asgard, me tomo de mi camisa y me alzo bastante alto, solo lo mire con enojo, "¿Qué rayos está haciendo este tipo, que le sucede conmigo?", pensé. En su mirada solo había enojo, esa furia indescriptible, se notaba que en ese momento, para él, yo era tal cual color rojo para un toro. Hasta que lo nombro... "¿Qué le hiciste a Tony?" creo que esas fueron sus palabras, mi mente estaba confundida, así que, no entendí muy bien que decía. Lo único que recuerdo en ese momento de confusión, es que dijo algo que Tony te iba a perder...fueron los segundos más largos de mi vida, procesando cada palabras o más bien, las que había logrado entender: "Tony", "perder", "bebé"..."por TU culpa"...MI culpa. Si era mi culpa de que a mi pequeño, a mi niño hermoso le pasara esto. Si tan solo me hubiera mantenido a su lado, si hubiera aceptado su explicación, hubiera comprendido y lo hubiera apoyado en este tiempo, nada de esto habría pasado.

Fue cosa de un momento, en el que procese todo, para salir corriendo al hospital. Sabia donde estaría, ya que había un solo lugar donde el siempre se atendía, no fue muy difícil ubicarlo. Después de unos minutos corriendo llegue, y la enferma de la recepción me indico donde se encontraba, corrí hasta la sala, esta era la última, y el pasillo me parecía infinito. Una vez por fin en la bendita puerta la abrí de un solo tirón, encontrándomelo ahí, en esa cama de sabanas blancas, llorando de manera desconsolada, me culpe a mi mismo muchas veces por dentro. Corrí hasta su lado y lo abrace con fuerza, por todo este tiempo que por ser un imbécil no pude hacerlo, llore como jamás había llorado, me sentí tan culpable, tan una miseria, tan...idiota. Como rayos deje solo a mi niño, un niño que necesita de mis cuidados para poder sobrevivir, y aparte de dejarlo solo, lo hice llorar, lo hice seguir solo, sabiendo que había una criatura en camino; en ese momento entendí, que también amaba a ese pequeño, también te amaba a ti, mi hijo, sangre de mi sangre...mi pequeño bebé.

Ahora comprendo mi error y no quiero dejarlos solos ya nunca más.

Estoy viendo unas casas, que sean cómodas para nosotros tres, ya que apenas salga Tony del hospital, me lo llevare a vivir conmigo. Viviremos los tres como la familia que debemos ser.

Te seré sincero, aun me siento confuso, aun no me acostumbro, pero estoy poniendo de mi esfuerzo para mantener a los dos conmigo, a los dos seres que más amo en el mundo.

Sé también que en estos momentos, estas en riesgos, que cualquier movimiento en falso, tú te puedes ir; pero sabes, te siento tan fuerte en mi, que se que eso no pasara. Tu vivirás y te vendrás con nosotros a nuestro nuevo hogar, y saldremos a jugar y en caso de que seas una niña, te protegeré de cualquiera que te quiera hacer daño, no dejare que se te aparezca un "Steven Grant Rogers" por el camino, aunque rió, es la verdad, no quiero que un tipo que sea como yo, te haga daño.

Ya es hora de que vaya a ver a tu "madre", el café se me acabo, lo mismo va a pasar con las hojas, tengo que ver también que este durmiendo, tiene que cuidarse aun más. Yo no seguiré con las cartas, ese es trabajo de Tony.

Me despido mi pequeño bebé, y desde el fondo de mi corazón te digo...por favor, vive.

Se despide.

El idiota de tu padre.