Amnesia ☯ Luke Hemmings.

Dos.

2

— Luke, no me creo que estamos volando - Dijo Harley sin dejar de mirar por la ventana.
— ¡Créelo! Y cuidado que te vas a marear si sigues mirando por la ventana. - Dije sonriente mirándola en ese momento.

Saque mi celular y saque una foto de ella mirando por la ventana, donde su perfil salia oscuro y lo único colorido era lo lila del cielo por la noche.

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Los audífonos los traía puestos y había tratado de dormir todo el viaje, pero claro, tres horas antes de llegar, si me dormí, en cambio, tuvimos un viaje de 24 horas y ninguna hora me dio sueño. Sentí que movían mi hombro y mi mente regreso a la realidad dejándome escuchar música de Good Charlotte en el celular. Mis ojos se abrieron poco a poco y sentí coraje por que estaba muy profundamente dormido.

— ¡Luke! – Escuche la voz de Ashton a mi lado. - Ya llegamos, amigo.
— Agh. – Murmure sin ganas.

Restregué mis manos por mis ojos y limpie las pequeños desechos que tenia en mis ojos. El viaje había sido rápido, hay veces en los que se tardan aproximadamente 28 horas y es bastante cansado. Me levante de mi asiento y junte todo lo que tenia en mi lugar, mi computadora, celular y solo traía puesto un audífono. Tome mi saco y me lo puse, pase mi celular en mi bolsa delantera del pantalón y colgué mi mochila en mi hombro sin antes cerrarla.

La gente en el avión venia muy desesperada, lo único que querían hacer era irse de ahí, finalmente el sonido tan esperado por la gente resonó por todo el lugar y seguidamente la gente comenzó a avanzar.

Nos levantamos con cuidado de no chocar con nadie y tome un extremo de su mochila para no poder perderme o separarme de el. Caminamos con cuidado de no tropezarnos y llegamos hasta la entrada del avión.

Desde la entrada del avión hasta el aeropuerto, había un largo pasillo lleno de ventanas donde podías ver los aviones irse o aterrizar.  Acomode mi mochila y seguí a los chicos quienes caminaban, nos pasaron por unos sensores y buscaron objetos con filos en nuestros cuerpos y mochilas

Después de haber hecho todo lo que se hace en un aeropuerto, como pasar por inmigración, ir a sensores que pueden ver casi tus huesos y por policías que te manoseaban el cuerpo, salimos finalmente a la sala de donde las personas salen cuando ya van a recogerlas y habia mucha gente, había familias saludándose y otras solamente esperaban gente de negocios, también otras que estaban ansiosas por la llegada de algún amigo y otras solo venían a buscar paquetes internacionales que llegaban por aerolíneas.

— ¡Es Luke! - Exclamó una chica de cabellos dorados.

Bien, ya me han reconocido y es lo que menos quería, tomarme fotos después de un viaje tan incomodo y con mucho sueño. No importaba, tenía que ser buena con ellas, al fin y al cabo, nos apoyan en nuestra música y nosotros mismos.

— Hola - Respondí tratando de no soltar un gran quejido de cansancio.

Una pequeño grupo de chicas que al parecer nos conocían se acercaron a nosotros para poderse tomar fotos y tener autógrafos nuestros en sus libretas o en alguna parte donde pudiéramos firmar, de un momento a otro sentí como si una ráfaga de frío me pego en el cuerpo y al momento que voltee a la derecha vi a Harley entre toda la gente parada con sus ojos brillantes y su cabello café oscuro en una coleta, quise gritarle y poder correr a ella, pero como dije, no podía si quiera hablar y mucho menos moverme. En un abrir y cerrar de ojos, ella se fue caminando y finalmente desapareció después de que mucha gente se moviera entre ella, tapándola de mi vista.

— ¿Harley? - Pregunté en un hilo de voz.

Michael me vio congelado y pasó su
mano a mi hombro apretándolo y luego dándome un abrazo con esa misma mano, voltee a verlo y me estaba regalando una sonrisa.

— Luke, solamente por que estemos en Los Ángeles es que la verás en todos lados. - Habló consolándome.
— Pero la mire ¡Estaba justo ahí, parada, mirándome con esos preciosos ojos que siempre me miraba! - Chillé.
— Luke, tienes que calmarte - Se acercó Calum y posándose frente a mi.

Soltando un denso y largo suspiro asentí y los chicos me dieron unas sonrisas para poder sentirme un poquito mejor, les regrese la sonrisa mostrando que estaba bien, aunque no lo estuviera, pero era mejor para que ellos no sé sintieran aún más presionados por mi actitud. Al finalizar la sesión de autógrafos y el saludar a fans, salimos del aeropuerto con prisa para llegar a la casa que nos íbamos a estar quedando y poder dormir. Arriba del auto, nuestro manager Andrew nos anunció que no íbamos a llegar aún a la casa si no hasta el otro día, era un problema de renta y que se decidió que hasta el día siguiente íbamos a poder ir ahí.

En el transcurso del camino al hotel, veía las repletas calles de Los Ángeles, pasamos por famosas calles y lugares y veíamos gente de todo tipo en las aceras. Cuando íbamos pasando por un lugar donde había muchos hoteles, el conductor bajo la velocidad y llegamos a un hotel con una decoración muy tradicional. El auto fue al estacionamiento y finalmente paro; el a estacionamiento era una pequeña bajada pero aun así podías ver la calle desde ahí, desde el rabillo de mi ojo pude presenciar una silueta rara.

Si, era ella otra vez, pero está vez tenía un vestido blanco y largo e iba descalza, su cabello estaba suelto y traía unas gafas de sol, se encontraba caminando y nunca volteo a verme.

— ¡Hey Luke, el último que llegue se queda con la cama inflable! - Gritó Ashton, antes de echarse a correr con su maleta en mano.

Divertido lo seguí corriendo con mi maleta pesada de llantitas, en el lobby se encontraba Michael y Calum sentados en un sillón mientras que Ashton dejó su maleta para poder correr al baño ¿Qué no íbamos a las habitaciones ya?

Menos de diez segundos pasaron y Andrew nos dio unas llaves de la habitación, unos controles y una tarjeta con la clave del internet y el número de teléfono para llamar al lobby por cualquier duda.

Corrí tomando mi maleta otra vez y Michael me siguió, los dos entramos al elevador y antes de que las puertas cerrarán, vi a Ashton saliendo  del baño. Empecé a reír malévolamente y Michael me miró raro, él se rió de mi falsa risa y luego empezó a hablar.

— ¿Vienes primero para poder tomar cama? - Preguntó con una sonrisa muy maldita.
—Oh si.

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Había escrito aquí un mensaje de Semana Santa y eso, ahora que vean esto, espero que les haya gustado así como a mí, ¡Saludos!

Miller xx.