—¿Y las cervezas? —me preguntó Daniel al verme salir con las manos vacías.
—Eh... —señalé con el brazo hacia la cocina. Mi ceño estaba fruncido y mi cabeza no lograba comprender la escena que había presenciado hacía unos segundos. —Levi y Hannah —fue lo único que salió de mi boca, logrando parecer una estúpida.
—Ah, sí. Esos dos no pueden estar un momento sin rozarse.
—Oh, no sabía nada de ellos y no quise interrumpir —traté de que la explicación fuese razonable y no suene más estúpida de lo que yo me sentía.
—No hay problema, chica. Yo me encargo —palmeó mi hombro amistosamente y salió caminando para la cocina. Yo me quedé allí parada, pensativa...
«¿Por qué Levi no me contó que tiene novia? Bueno, lo cierto es que yo tampoco se lo pregunté, sólo lo di por hecho. Pero es que..., ¿cómo un chico tan hermoso y bueno como lo es Levi iba a estar solo? Es casi imposible... Además, Levi siempre ha estado de novio. ¡Dios! Ahora me siento mucho peor por estar viviendo en su apartamento, mucho más entrometida e incómoda. ¿Cómo se sentirá Hannah? Ni siquiera apareció por casa durante la semana, ¿eso será normal en su relación o será porque ahora vivo también yo? ¿Sabe Hannah que vivo con Levi? ¡Claro, cómo no va a saberlo si es su novia! Es más, también debe saber que tengo pareja y que es mujer, si no, ¿cómo puede ser que no esté molesta por invitarme a vivir con él? Sí, seguro lo sabe... Espero. No quiero traerle problemas a Levi con lo solidario y amable que está siendo conmigo...»
—¡Hey, Ellen! —Sam sacudía su pálida mano frente a mi cara, mientras con el brazo libre sostenía tres vasos.
—Lo siento, no te vi. ¿Qué sucede?
—A ti qué te sucede; te has quedado paralizada como si hubieses tenido una súper visión de esas de Destino Final. ¿Quién de todos muere primero? —reí ante su delirio y negué con la cabeza.
—No he tenido ninguna visión, sólo... Nada, una tontería.
—Está bien —simplificó—. ¿Vamos a comer? Ya están todos en la mesa.
Comimos las pizzas, la mayoría bebió cerveza hasta quemarse el hígado, yo no podía hacerlo por lo que tuve que tomar agua. Levi y Hannah actuaban como si nada; o sea, no es que tuvisen que actuar diferentes luego de estar a los besos en la cocina. Sólo me llamó la atención que nunca actuaban como novios, como por ejemplo Cody y Anne que vivían abrazados o dándose algún beso de vez en cuando, aunque quizá ese fuese el otro extremo. Pero en mi cabeza resonaba el simple «Hannah» que Levi dijo al presentarmela, en ningún momento lo escuché mencionar que era su novia. Llegué a la única conclusión de que había actuado de esa manera porque sabía que mi estadía en su apartamento había sido producto de un último recurso y, conociéndome, no quería hacerme sentir como me estaba sintiendo: un estorbo.
—Ellen —la voz de Cody me sacó de mis pensamientos, no sabía en qué momento mi mente se había ido tan lejos de allí—. Cuéntanos algo de tu vida, anda.
Sonreí algo incómoda, sin saber bien qué decir.
—Es bailarina, por eso está bebiendo agua —comentó Levi, dándome una mano. Algunos rieron por la acotación final, otros se mostraron sorprendidos con la primera.
—¿En serio? ¡Qué lindo! Es mi sueño frustrado —dijo Anne, con una exagerada mueca de tristeza al último.
—¿Bailas ballet? —fue la primera vez en la noche que escuché a Kevin hablando sin sonar sarcástico o chistoso.
—Sí.
—Lo lamento chicos, pero siento que debo hacer esta confesión —miró a todos en general. Por supuesto, no pretendía que durara mucho la seriedad en él—. Prometí que lo haría cuando conociera a una —tosió, como preparándose para decir la declaración más fuerte que alguna vez haya dicho—; las bailarinas de ballet me calientan como la puta madre.
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Confusión
RomanceA Ellen le han otorgado la beca que tanto esfuerzo le costó para perfeccionarse como bailarina y coreógrafa en una de las más prestigiosas academias de danza del país; y ese es el primer gran paso hacia su mayor sueño. Pero para cumplirlo debe mudar...