NARRA AQUILES:
Después de esta noche de pasión decidí no ir a pelear, pues nada se podía comparar con tener a Athenea dormida entre mis brazos, era tan hermosa. Intenté levantarme sin despertarla pero fue imposible.
- buenos días- dijo Athenea con una sonrisa en su rostro.
- debes marcharte- le dije.
- que después de lo que hemos hecho quieres que me vaya?- dijo exaltada.
- no mi vida, tengo que pensar en un plan para que Agamenon no te posea- contesté.
Cuando los guerreros griegos llegaron de la batalla. Agamenón me hizo llamar.
- Hoy no has ido a la guerra aunque ayer te entregué a la muchacha y sefun lo que mis hombres escucharon fuera de tu tienda ella te sirvio bien- dijo el rey cabreado.- acaso no fue suficiente que más quieres de mi, te ofrezco mi comida, mi vino y a una mujer y tu me ofendes. Si tu no lo agradecerá el resto de mis hombres lo haran.
- No le toques ni un pelo me has oido- dije cabreado con la mano sobre la empuñadura de mi espalda.
- que vas a hacer matarme delante de todos los Reyes de Grecia- dijo burlándose de mi- no puedes tocarme. Simeón ve a por la chica y dásela a los hombres ellos se divertían más con ella.
- escuchame pellejo de vino antes de que está guerra termine miraré tu cadaver y sonreire sabiendo que yo tengo todo lo que tu no tendras- dicho esto me marché cabreado.
Corri hacía mi tienda pero Athenea ya no estaba allí- qué haría sin ella si llegaban a tocarle un pelo los mataré a todos no pienso dejar que ningún hombre le haga daño- desesperado pasee por la tienda mientras pasaba mis manos por mi pelo y de repente lo oí las risas de los hombres y los chillidos de Athenea. No lo pensé...
NARRA ATHENEA:
Estaba durmiendo plavidamente cuando dos hombres entraron a la tienda y me sacaron a rastras a penas me dejaron cubrir con una sábana. Desesperada busque a Aquiles pero no estaba por ningún lado. Los hombre me metieron en la tienda de las esclavas y les dijeron a estas que me lavaran y vistieran.
- No dejes que vean que eres débil, aguanta hasta el final y finge disfrutar- dijo una de ellas.
-lo siento pero yo no me voy a quedar de brazos cruzados mientras me violan.
- peor para ti pequeña niña porque ellos no tienen piedad y contra más te resistas más buscarán hacerte daño.
Dicho eso siguió con su faena hasta que esos hombres volvieron a entrar llevandome al centro del campamento donde todo el ejército estaba reunido junto a una hoguera. Por primera ves temiendo por mi vida busque a Aquiles pero aquí tampoco estaba.
Me tiraron en medio del círculo y el resto de hombres se fueron acercando.
- pero que tenemos aquí.
- a la puta Real.
- por qué no la marcamos como la verdadera furia que es.- intenté apartarles pero entre 2 me levantaron dejando que los demás hombres me pegasen. Primero un puñetazo en la mejilla otro en el estomago y otro en la mandíbula. Ya casi no podía mantenerme de pie me costaba. Uno de ellos empezó a manosear mi pecho yo ya no podía más y me puse a gritar como una posesa, pidiendo ayuda a quien fuera me daba igual. Uno de ellos se acercó con una yerra en la mano, en ella estaba la marca de las esclavas griegas. No pude parar de llorar iba a ser marcada como una vaca eso en Troya no se hacía no se veía correcto.
Me pareció oir murmullos y de repente la yerra ya no estaba en la mano del griego sino de Aquiles.
NARRA AQUILES:
Corri hacía donde se oían los gritos y entonces la vi ensangrentada y siendo manoseada por varios hombres no pude reprimir mi furia y al ver como intentaba marcar la le quite la yerra de la mano y le plante la marca en el cuello golpee a aquellos guerreros que la sujetaban y antes de que tocará el suelo la cogí en volandas y me la lleve a mi tienda. Ningún hombre se atrevería a tocarla después de ver lo que había hecho.
Ya en la tienda le Cure las heridas y la acosté para que durmiera.
- es culpa mía yo te deje sola. Jamás...
- Aquiles...
- jamás debí dejarte sola...
- Aquiles!!...
- es culpa mía...
-AQUILEEEEESSS!!!!- sobresaltado la mire tenía los ojos llorosos y no paraba de temblar. Sólo pude acercarme a ella y besarla besar cada una de sus heridas. La desbesti con delicadeza y la bese desde el cuello hasta el estomago- jamás pensé que nadie fuera tan hermosa- meto mi cabeza entre sus piernas y lami aquello que me había tenido loco durante todo el dia. Su sabor tan dulce como la miel parecía no saciarme de ella siempre necesito más de eso jamás me cansaré. Sentí como su cuerpo se tensaba y sus gemidos se convertían en gritos en los cuales pronunciaba mi nombre. Sus manos fueron a parar a mi cabeza presionandome contra su entrepierna pidiéndome más cosa que yo encantado le di. Note como la crema caía de ella y yo gustoso la relami. Me situe encima de ella y poco a poco me introduje en su interior poco a poco disfrutando de la sensación de estar en su interior de como sus paredes me apretaba hasta el punto de casi hacer que me corra. Entre totalmente dentro de ella y despacio empecé a moverme ella me arañaba la espalda y con atrevimiento envolvió mis caderas con sus piernas y con sus pies presionó en mi culo animandone a que lo hiciera más fuerte. Empecé a aumentar el rito saliendo totalmente de ella y metiendome de golpe. Aún con sus piernas enganchadas en mis caderas me senté sobre la cama arrastrandola conmigo y cogiendo su culo la empecé a subir y bajar a mi ritmo mientras le mordisqueaba el cuello y le decía lo hermosa que era. Oí como sus gritos aumentaban de volumen y supe que como mi orgasmo el suyo estaba cerca así que aumente el ritmo haciendo que los dos terminaramos en un dulce orgasmo. Salí de ella y me si cuenta de que se había quedado dormida en mis brazos la estire en la cama y me recoste con ella dejando que está noche pasará.
NARRA ATHENEA:
Me desperté sobresaltado Aquiles no estaba a mi lado y no sabía lo que podía pasarme. Cuando oí la cortina de la tienda abrirse el corazón me dio un vuelco. Menos mal que era A Aquiles seguido de otro hombre que no reconocía. Tape mis vergüenzas y los observe .
- Athe te presento a Aurio el jefe de mis mirmidones. El te ayudará a escapar.
- Como escapar Aquiles que has pensado??- pregunte con curiosidad. El se acercó y me explico.
------------------------------------------------------
Me marché mientras el resto de los griegos estaban en la guerra me adentra en Troya por un pasadizo que era de pastores. Sólo mis hermanos y yo lo conocíamos
Corri hasta la sala donde mi familia se encontraba y les relate como un guerrero me había explicado por qué según Agamenon era está guerra y que yo le había convencido para que mañana viniera y que combatirla por nosotros. Mi padre y mis hermanos gritaron ante la idea de que podiahaber estado con un guerrero griego pero les persuadir diciendo que el no me había tocado pues ya me consideraba como su princesa. No necesitaba que supieran lo que había hecho.
Mis hermanos me obligaron a dormir esa noche con ellos tal y como lo hacíamos de pequeños pero yo sólo podía pensar en el mañana...
ESTÁS LEYENDO
Aquiles, el guerrero
RomantikQue pasa cuando el mayor guerrero griego se enamora de una preciosa troyana en su juventud? Y si al ir a troya con tal de que su nombre perdure la vuelve a encontrar? Lee esta historia de amor, guerra y pasión.