Capítulo 11

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Nos encontrábamos en mi habitación,Jackson estaba sentado a mi lado y Keith en el suelo. Nos encontrábamos viendo una película de zombies,no era mucho de mi agrado pero estaba algo entretenida,ya estaba por terminar,el rubio no dejaba ver bien la película porque se la pasaba gritando en las partes donde se morían algunos de los personajes. Aveces le pegaba en la cabeza para que se callara,Keith no hablo en toda la película, salvo para ir al baño. La noche estaba helada,era la temporada donde el invierno apenas iba entrando,y me gustaba ya que podía jugar en la nieve. Keith temblaba mientras que Jackson me quito toda mi manta,temblaba de frío así que fui en busca de dos mantas. Fui al gran closet que estaba dentro de mi habitación para obtener una fuente de calor. Mi estatura no ayudaba en nada,me gire para ir por la pequeña escalera que estaba en el cuarto de herramientas pero un cuerpo se interpuso,era mi amigo Keith.

—Creo que alguien no alcanza su manta.—Empezó a reír bajo y yo solo lo miraba de mala manera.
—No es mi culpa estar bajita de estatura.

Reí un poco y iba a salir de mi habitación,el tomo mi brazo. Sentí una sensación algo extraña,como electricidad o algo parecido,recorrió todo mi cuerpo en un segundo. Era una sensación que no podía definir exactamente pero se sentía ¿genial? Me paralice por un momento,me gustaba sentir esto,nunca lo experimente y al parecer es bueno. Mire sus encantadores ojos marrones,sus ojos eran una de las cosas que mas amaba en mi vida,como puede que una persona que ayer me caía mal y ahora tengo una pequeña obsesión por sus ojos. Sus mejillas se tornaron rojizas,se veía tierno,al parecer era muy tímido.

—Yo puedo bajar la manta,solo dime cual.
—Gracias Keith —Apunté  una frazada color verde menta,como dije: este color es mi favorito. El rápidamente la tomo en sus brazos y me la extendió. Asentí
—Elije una tu,esta haciendo mucho frío no quiero que te enfermes.

Jackson alcanzo a escuchar y vino hacia nosotros.

—Sabia que se amaban. Basta

Mis mejillas ardían,pues no sabía que pensar. Estaba demasiado segura que mis sentimientos hacia el solo eran de amistad,pero y si en un futuro llegara a sentir más cosas. No sabia como reaccionar,golpeé a Jackson repetidas veces en sus brazos pero al parecer le daban risa. Keith solo tomo la primera manta que se le cruzo y cerro mi closet. Se giro y volvió a su lugar,sentía algo extraño pues el lugar se había incomodado demasiado. La película había finalizado,yo me hice la dormida pues no quería ver a Keith. Me daba vergüenza después de lo que había pasado. Alguien toco mi hombro y yo me levante,era Jack.

—Gia ¿dónde dormiremos?
Me levante y los guíe hasta uuna pequeña habitación,era de huéspedes así que no había problema,tení dos camas así que estaría genial.

—Aqui pueden descansar,chicos.—Me hice a un lado dejándolos pasar,ellos pasaron por un lado mio.
Keith no me dirigió la palabra y mucho menos la mirada,quizá le daba vergüenza, pues Jackson la cago.
—Gracias—por fin hablo y yo solo asentí y me fui de ahí,no aguantaba más la incomodidad,llegue a mi habitación y me tire a la cama. Comencé a hundirme lentamente hasta sentir una gran satisfacción por el contacto de la suave tela contra mi piel. Me acomodé y arrope todo mi cuerpo con la manta,mi almohada estaba fria,humo salia de mi boca al respirar. Me aferre más hasta caer en un profundo sueño.

“—No puedo continuar así Gia,comprende.

Mis ojos estaban llorosos,mi cabeza dolía. Mis ojos parecían haber sido golpeados ya que: estaban hinchados.

—¿Por qué? Después de que me enamoraste como loca decides irte.
—¡Eso no te incumbe!—me gritó y yo solo me quede callada,sin nada más que decir me retire de ahí. Sabia que confiar en alguien no era una buena opción y aún así me arriesgue. Limpie mis lágrimas,estas caían como lluvia. El día estaba soleado,nada que ver con mi estado de ánimo. Caminaba por las calles,sola. Me sentía vacía, una gran parte de mi había sido arrancada,me faltaba el,su esencia,su risa y mirada. Prácticamente todo de su ser. Esto es un dolor inimaginable, es cuando más necesitas a alguien para poder hablar y en estos momentos no tenia a nadie.”

Me había hartado de soñar estas cosas,me levante y vi mi reloj,eran las: 2:30 a.m. Quería despejar mi mente,así que opte por salir. El frío había aumentado,baje los escalones y camine hacia el patio,abrí la puerta y el clima congelado dio contra mi cara enfriándose casi al instante. Me senté en una silla color hueso,contemplando el cielo,algo hermoso: es ahora que me doy cuenta de todas las pequeñas cosas de la vida que pueden cambiar nuestra forma de pensar y ser. Sostenía con fuerza mi suéter,la luna había sido tapada por una nube que rápidamente se quito,el leve brillo se veía tan especial. Un ruido me saco de mis pensamientos,era la puerta abrirse,no le tome importancia pues podía haber sido el aire. De nuevo miraba el cielo,estrellas pasaban dejando un brillo precioso,podría pasar horas contemplando esta belleza y no me cansaría. La manta que traía Keith se posiciono sobre mis hombros,mire hacia un lado y ahí estaba el mirándome con un gran cariño que nunca había visto en sus ojos,el vino a mis brazos apretandome. Estaba impactada,no sabia como reaccionar,mi corazón se acelero al mil que en un momento me iba a dar una paro cardíaco.

—Gia—su voz se escuchaba extraña como si hubiera llorado.
—Keith— posicione mi cabeza en su pecho,respirando todo su aroma,cerre mis ojos contemplando el momento.

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