Vuelvo al pie de las escaleras y escucho. Nada. Esto es ridículo. Subo los escalones dedicada y una vez arriba giro a la izquierda, pero cuando estoy a solo unos pasos del cuarto de Álvaro, me acobardo. Bajo de nuevo las escaleras y compruebo si hay algo más en la nevera que me ayude a tomar una decisión.
Supongo que podría asarme una patata. La cocina no es lo mío. De hecho, quizás lo mejor será que suba a mi habitación y utilice la cocina que tengo allí. No quiero molestar a ninguno de los chicos.
Especialmente a Álvaro con quien ya he metido la pata muchas veces.
Sí, eso haré. Dejaré el horno encendido por si quiere las pizzas. ¿O mejor las dejo ya dentro?
Me paso una mano por el pelo llena de frustración. Estoy demasiado cansada para esto. Esperaré otra media hora a ver si aparece.
Una hora y cuarenta minutos después, he subido y bajado de mi habitación a la cocina unas doce veces. Y todavía no sé qué hacer.
Ya sé que parezco loca. Después de todo, tampoco es que sea nada especialmente importante: ¿Comer pizza o no comer pizza?
Vale, ya está. Las voy a calentar.
Abro el horno y las meto. Unos segundos después cambio de opinión y las vuelvo a sacar.
-¿Qué haces?
Oh, otra vez no. ____ vuelve a parecer idiota delante del jefe. Me doy la vuelta con una sonrisa de oreja a oreja.
-Nada. Iba a calentar las pizzas que ha dejado Rosa.
-O a dejarla ahí fuera, por lo que parece - dice Álvaro señalando las pizzas sobre la encimera.
Río avergonzada, cojo la bandeja sobre la que descansan y las vuelvo a meter en el horno.
-¿Te apetece pizza? -Decido que es mejor no explicarle la razón por la que parezco idiota.
-Vale. ¿De qué son?
Le digo las opciones.
-Córtalas en 6
Álvaro sugiere que comamos en la terraza y poco después estamos fuera con la cena. Él se sienta sobre una de las tumbonas y se pone a tocar la guitarra. Aguanto la respiración al darme cuenta de que además está catando. Tiene una voz muy bonita: Profunda y melodiosa. Sé que cuando quiere pude cantar con gran potencia, pero ahora lo hace en voz baja, muy suavemente. Me quedé clavada en el asiento.
You'll never be alone. I swear there's nothing I can do. Just stop and listen. I don't want to make a change...
Me ve y se calla. Deja la guitarra sobre la tumbona de al lado, me mira con esos impresionantes ojazos y siento cosquillas en el estómago.
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Viviendo con Auryn (Álvaro & tu)
FanfictionEsta nove no es mía, una Auryner de México me a dejado que la publique y verá como gracias a vosotros, esta nove, llegará muy lejos, la que me dio permiso en ese momento fue Lisset, gracias a ella la puedo poner porque me parece la nove de 10 espero...