Lo Que Debí Decir | Tokyo Ghoul | Shōnen-ai | Hide x Kaneki

Las mentiras duelen

—¡KANEKI~! —gritó muy animado mientras corría a abrazar a su mejor amigo. Se la pasaba mucho en Anteiku, y había llegado a pensar que lo estaba evitando—. ¡¿Como estás Kaneki?!, no contestas mis llamadas, tampoco asistes a clases, ¿sabes que reprobaras si sigues haciendo eso?, ¡dejaras a tu mejor amigo solo el próximo año!, ¡¿como quieres que sobreviva sin ti?! —El mencionado no solo quedó sorprendido porque su amigo lo halla abrazado inesperadamente por la espada; elevándolo por un momento. Ni por la velocidad con la que hablaba, si no por la, obviamente cosa no necesaria que llevaba puesta—. Aún que ahora que lo pienso, soy capaz de repetir el año para estar junto a tí...

—¡¿Como se te ocurre Hide?! ¡No repetiras el año por mí! —Intentó hacerlo entrar en razón. Se sentía mal por dejar de asistir a clases, pero no tenía otra opción; ya no era un chico normal. Además, la culpabilidad lo invadiría si deja sus estudios por él.

—Pero...

—¡Olvidate de eso!, más bien dime, ¿por qué llevas un parche en el ojo? —dijo señalándolo con el dedo. Su amigo le sonrió mientras se peinaba con una mano su cabello.

—Es para verme más apuesto —dicho eso, colocó su mejor posé de galán de revista.

Kaneki negó diciendo que llevar un parche no lo hacía ver más atractivo, a lo Hide rápidamente contrarrestó diciendo que él si se veía atractivo con uno puesto, este no pudo evitar ruborizarse al darse cuenta de lo que había dicho, lo había llamado atractivo, nunca le había dicho eso de ese modo, por lo general bromeaba diciendo que las mujeres huirían de él, igual que en el cuento de la bella y la bestia; donde Kaneki era la bestia.

—Este... ¿Qué vas hacer? —preguntó el rubio apagado mientras caminaba junto a él. Nunca en su vida había pensado que terminaría diciendo eso, para saber si su amigo tenía tiempo para él. Desde que salió del hospital se tornó muy distante, y en cierto modo diferente... Pero Hide, conocía el motivo de su alejamiento.

—Mmmm... Tengo que ir a Anteiku —Y ahí estaba, uno de los motivos que le daba siempre. No se oponía a que tuviera que trabajar, pero ya se sentía muy solo sin él, la mayoría del tiempo no pasaban de hablar por diez minutos, cuándo lo podía encontrar o toparse con él, a no ser que fuera a Anteiku para tener un poco más de su atención, cosa que no dura mucho; tiene que trabajar, y Hide no quiere ser un estorbo cuándo lo hace.

—¡¿Quieres venir está noche a mi casa?! —A pesar de que sabría la respuesta, quiso ser optimista como siempre, e intentarlo—, nos divertiremos mucho, igual que siempre lo hacíamos, ¡una noche de amigos! —dijo lo último muy animado, pasando su brazo por el cuello de Kaneki para seguir caminando—. Por favor, dime que si Kaneki —pensó. Guardar las esperanzas, era lo que podía hacer.

—Lo siento, Hide. Pero ya le había prometido a Touka que iría, tengo que tomar su turno y me toca quedarme —Hide dio un respiro de resignación, lo soltó y detuvo su andar, no entendía porque siempre tenía una excusa para no estar con él. Kaneki siguió caminando, hasta que se detuvo también a no sentir la presencia de su amigo.

—¿Hasta cuando me vas a seguir evitando? —formuló muy bajo, mordiendo su labio para callar las palabras. No quería seguir guardándolo, quería una respuesta por parte de Kaneki.

—¿He? —Si lo había escuchado, pero no entendía muy bien porqué preguntaba eso, lo tomó desprevenido —. ¿A que te refieres Hide?

—¡N-Nada Kaneki! –dijo sonriendo. Si quería saber la respuesta, pero no lo presionaría a hacerlo, quiere que Kaneki sea el que de el paso para hablar—. Hací que te quedaras en Anteiku —Se acercó para quedar frente a él. Kaneki asintió con la cabeza, algo mal por mentirle, pero tenía que hacerlo, últimamente estaba perdiendo el control de su parte Ghoul; Rize tiene hambre—. Bueno, te ayudare un poco en clases, para evitar que no te reprueben, ¡de verdad no quiero que me dejes solo el próximo año! —Lo rodeó otra vez con sus brazos; abrazándolo con fuerza. Lo que en verdad no quiere Hide, es que lo deje solo; alejándose de él. Kaneki se sorprendió por su actitud, o por lo bien que se sentía, al estar rodeados por sus brazos.