Extra: Manos Frías

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«"Kaneki se sintió relajado, en ningún momento sintió perder el control junto a Hide, pero sentía que algo faltaba en ese día, ambos lo sentían, no podían dormir.

—Hide... ¿estás despierto?

—Si, Kaneki.

—T-Tengo -El alejamiento se había notado, pero el sabía que entendería sus palabras—. Tengo frío —dijo soltando todo el aire en esas palabras.

Ambos corazones se aceleraron con esa palabras, les hacia falta ese contacto. Hide dio un pequeño suspiro, y se levantó tomando las cobijas.

—¡No mientras yo este, K-A-N-E-K-I! —Y con ese gritó, que sobresalto a Kaneki, Hide se lanzó sobre él en la cama. Risas y más risas, al final terminaron cansados.

Ahora todo es... Perfecto.

Las mismas palabras fueron pensadas tanto por Kaneki, como lo Hide. Quedando pronto completamente dormidos, juntos... Bajo la misma cobija."»

[...]

Durante la noche, una tormenta no se hizo esperar, la habitación se empezó a tornar muy fría con rapidez, tanto, que solo esas cobijas no eran suficientes para mantener el calor en sus cuerpos.

—Mmm... —Un quejido salió de sus labios. Kaneki se removió dormido entre las sabanas. Ambos estaban espalda con espalda. Su cuerpo se estremeció, él se enrolló más entre las cobijas en busca de calor; jalando más a su extremo de la cama, descobijando los pies de su acompañante—. Ah... —Soltó un suspiro al sentir su cuerpo más caliente.

El frío seguía aumentando, y todos tienen un limite de resistencia.

—Mmm... ¡Demonios que frío! —Se quejo bajo. Tanteó con sus manos su cuerpo para cubrirse—. ¿He? —Siguió tanteando solo para darse cuenta que estaba totalmente descubierto, y que las cobijas habían desaparecido. El cuarto no estaba tan oscuro, las luces externas podían entrar por la ventana, lo que le daba la suficiente iluminación para ver a Kaneki con todas las cobijas—. Oye, oye Kaneki —Lo llamó e intento tomar un poco de las cobijas, pero éste no dejaba; las apretaba con fuerza a su cuerpo. Su cuerpo temblaba, tenia que resolver el problema—. ¡Oye, Kaneki!, ¡Kaneki!

—¿He... Que? —Le siguió dando la espalda. Hide frotó sus manos, las cuales ya estaban heladas.

—¡Vamos, Kaneki! —Lo tomó por los hombros obligándolo a girar, pero Kaneki seguía envuelto dentro de las cobijas, como si de un capullo se tratara—. No me vencerás tan fácil Se colocó encima de él, quitando las cobijas con las manos. Kaneki empezaba a despertar y darse cuenta de que estaba pasando—. Ya casi... Un poco más Continuó hasta que pudo ver sus negros cabellos, para luego hacer contacto con sus somnolientos ojos grisáceos.

Hide estaba literalmente congelado, y Kaneki mantenía una temperatura calidad, hací que vio una oportunidad para su venganza.

—¡¿Q-Que?! ¡No! ¡E-Espera Hide! —Unos dedos se colaron por debajo de su camisa, produciendo un contraste en su piel. Hide continuó hasta tocar su espalda, apegando ambos cuerpos; a pesar de los movimientos bruscos de liberación por parte de su amigo, continuaría el tiempo necesario hasta sentirse mejor.

Luego de unos minutos, Hide se levanto, no antes sin sacar sus manos de la espalda de Kaneki, rozando lentamente y a propósito su piel, dejándolas sobre su pecho para mirarlo, no puedo evitar notar cono Kaneki mantenía sus ojos cerrados, sus rosados y carnosos labios entreabiertos, como queriendo controlar su respiración y desbordante calor, producto de sus acciones, y para nada menos importante, unas ruborizarse y cálidas mejillas que resaltaba en su pálido rostro, haciéndolo ver tentadoramente adorable para Hide.

Lo Que Debí Decir | Tokyo Ghoul | Shōnen-ai | Hide x Kaneki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora