El vestidor de la estación de policía de Tokio tiene varios casilleros. En el mío hay un espejo, pues yo lo coloqué ahí. Me gusta mirarme mientras me arreglo el cuello de la camisa. La imagen en el puesto de trabajo dice mucho de ti ¡no lo olvides!
Observo detenidamente mi cabello, este suele ser una melena rebelde que cae hasta mi cintura, sin embargo, esta mañana la he recogido en un moño redondo alto muy impoluto. Pongo en su lugar cualquier mechón rebelde que se salga, repasándolo con mis dedos minuciosamente.
Llevo trabajando aquí como dos años aproximadamente. Después de terminar la carrera de biotecnología me uní a la policía, os preguntaréis ¿Cómo es que he terminado aquí después de haber estudiado aquella carrera? ¿Queréis saber la verdad? Yo tampoco lo sé. Supongo que el destino me tenía preparado esto.
La vida transcurre tranquilamente en las cuatro paredes de mi despacho, y mi día a día consiste en rellenar multas de procedencia diversa, de tráfico, de actitudes inapropiadas en la calle, de retrasos en algún impuesto. Mi vida es bastante anodina.
Lo curioso de todo esto es que dentro de un par de minutos tendré una reunión con el equipo de investigación especial, pues hace tres meses me seleccionaron para llevar a cabo una misión altamente peligrosa: infiltrarme en una corporación, que tiene construido un laboratorio en una isla inhabitada a miles de kilómetros de aquí.
Todo empezó hace un año, mis compañeros de la policía estaban investigando a una banda de traficantes de droga. Una noche cuando ya los tenían rodeados en un almacén del puerto e iban a ser detenidos, los encontraron a todos muertos. Sí a toda la banda al completo. Muertos en extrañas circunstancias.
Los resultados de la autopsia señalaron que fueron envenenados con una sustancia altamente peligrosa y desconocida. Ese suceso provocó que se llevase a cabo una investigación.
Investigación que cobró la vida de un gran compañero, casi un hermano. Por este motivo, además de ser un deber con la justicia y hacer pagar a esos seres inhumanos, se ha convertido en algo personal.Él se infiltró y estuvo trabajando bajo una identidad falsa en una de las oficinas, pero no tuvo mucha suerte, lo descubrieron al poco tiempo. Y lo poco que consiguió no fue suficiente para hacerlos pagar. Se mueven rápido, tratan de no dejar ningún tipo de prueba. Creemos que tienen contactos en la policía, con altos mandos, pues no encontramos otra explicación para que se haya descubierto su identidad y el plan se haya echado a perder.
Sin embargo, su descubrimiento fue muy importante.
El último informe de mi compañero indicaba de un laboratorio situado en una isla. Es una isla que ni siquiera sale en los mapas, es prácticamente invisible, tenemos la certeza de que se trata de una artificial por eso nadie ha sabido de su existencia. No estoy muy segura de como lo hacen para evitar que los radares puedan localizarlo, quizás usando tecnología propia.
Mi misión: tratar de averiguar todo lo que pueda de ellos, obtener las pruebas suficientes para hacerlos sentar en el banquillo de los acusados y desmantelar su negocio.
Suspiro ante la complejidad de mi misión y de repente unos pequeños golpecitos procedentes de la puerta del vestidor me sacan de mis pensamientos. Es Haruto, mi mentor, ¿mi amigo?
En realidad, no sé lo que hay entre nosotros dos, pues su personalidad estoica, evita hablarme claramente, pese a eso, ha sido mi gran apoyo aquí. Él no está muy de acuerdo en que sea yo la que realice la hazaña peligrosa. Esta quizás es la manera de demostrarme que siente algo verdaderamente por mí.
Estos tres meses concretamente se ha encargado personalmente de mi entrenamiento físico, mental, así como el manejo de distintos tipos de armas. Todo lo que sé, lo he aprendido de Haruto, de este modo, poco a poco me he ido enamorando. Intuyo que él lo sabe, podría asegurar que él también siente lo mismo, sin embargo, no ha hecho el mínimo esfuerzo de declararlo. Repito su estoica personalidad.
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LOS SIETE.
Science FictionAño 2030...Tras llevar muchos años experimentando con elementos químicos, deciden dar un paso más. Experimentar con genes humanos había sido una gran ambición, y pronto lo ponen en práctica. El resultado de tales experimentos han sido: LOS SIETE. ¿C...