Diariamente me preguntaba cómo era que RenJun no se enfermaba. Comía demasiada azúcar, tenía a veces miedo de que pudiera padecer diabetes en un futuro.
–RenJun creo que deberías comer moderadamente las trufas.
El volteo a verme con ojitos brillantes.
–Pero si tú me las compraste. –Murmuro adorablemente haciendo un puchero–
Yo suspire y Mark palmeo mi hombro.
–Si se muere le diré a su mama que fue tu culpa.
Rodé los ojos y empuje a Mark a un lado para acercarme a RenJun. Seguía sosteniendo en sus manos una pequeña caja de trufas que le había comprado por haber aprobado el examen de matemáticas con la nota más alta, me miraba expectante mientras seguía con un puchero en sus labios.
–Ren, en serio comer tanto dulce es malo. –Acaricie su pelo y el frunció el ceño aun sin quitar su puchero–
–Pero..
–Puedes enfermar RenJun.
Haciendo un pequeño berrinche RenJun me entrego la caja después, claro, no sin antes comerse una última trufa.
El resto del día estuvo con un puchero en sus labios y con el ceño fruncido, RenJun era tan adorable sin querer serlo.
