JiSung trataba de huir de las manos de RenJun que desesperadamente buscaba la bolsa de macarons que el menor había comprado. El chino tenía unos tres días sin probar ningún tipo de dulce y sabía que estaba desesperado, pero era por su bien.
–Por favor JiSung te lo ruego. –Decía RenJun a punto de llorar–
–RenJun ya hablamos de esto. –Le dije pero él me ignoro–
–Desde que RenJun no come dulces se ha vuelto más triste, Jeno. –Dijo ChenLe enfocado su vista en algún punto a lo lejos–
RenJun igualmente lo hizo. Solo vi que su hermosa risa se plasmó en su rostro y que salía corriendo hacia una pared a lo lejos. Todos nos miramos extrañados y caminamos hacia RenJun.
–Oh, la feria. –Mark señalo el cartel que veía el chino sonriente–
–Dicen que la Rueda de la fortuna tiene luces más bonitas este año. –Comento JiSung–
Vi como RenJun aprovechando la distracción le quitaba uno de los macarons que traía JiSung y se lo comía rápidamente antes que el menor lo viera. El enseguida me dirigió la mirada y al ver que ya lo estaba mirando se sonrojo apenado, yo fruncí el ceño molesto.
–¡RenJun!. –Le regañe–
–¡Perdón Jeno-Ah!. –El enseguida me abrazo ocultando su cara en mi pecho– ¿Podremos ir a la feria? Por favor.
Y allí estaba el, abultando sus labios tiernamente.
Seguía odiando que RenJun supiera que con solo hacer un puchero , yo haría lo que el quisiera.
–Está bien, iremos.
