Capítulo 2

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-¡Sorpresa!- Gritaron en unisono su familia y sus amigos.

-Pero que… -Se quedo atónito- N-no me lo esperaba. Gracias a todos por esto.

-No lo agradezcas hijo –Sonrío su tío Miguel- lo hicimos por ti y mereces mucho esta celebración.

-Tiene razón mi papi, -Asintió Lucy abrazando a Alexis- Además de que tengo un regalito para ti, ji ji ji.

Lucy Ávalos López es la hija de Victoria y Miguel, de apenas 14 años de edad, su cabello es rubio como un canario y posee una mirada angelical de color azul marino. Su piel era beige claro, casi amarillento de perfecta dentadura, y una ternura que los chicos de su secundaria la adoraban.

-Espero que no sea una broma Lucy, o me enojare mucho contigo. –La retó Alexis

Para nada primo querido –Alardeo Lucy mientras le entregaba una caja pequeña forrada de negro con imágenes de robots y un moño de color rojo- te lo prometo.

Al abrir el regalo, Alexis se quedo dudoso, pero feliz al ver que no era un truco de su prima, era un llavero en forma de estrella y grabado su nombre en letra cursiva. Abrazo a su prima feliz por su regalo.

-Gracias Prima, esta muy lindo je je.

-No agradezcas primo –guiño Lucy- cuando sea mi cumpleaños, debes superarlo.

-Eso haré –carcajeo Alexis.

Después, todos sus amigos se acercaron a el para abrazarlo y darles sus obsequios. Eran cajas grandes y pequeñas, algunos le entregaban bolsas de regalo con temas que a un niño pequeño le encanta y una que otra carta en lo que decían lo mucho que lo estimaban o de esas cartas que vienen impresas con chistes.

-Gracias amigos, de verdad. No se que decir –Replico Alexis.

-Yo se que te puede alegrar –Sonrío su tía Victoria que cargaba un pastel de chocolate con 18 velas. Lo dejo en la mesa y les digo a todos que se reunieran alrededor de ella, incluyendo Alexis.

Le cantaron la típica canción de cumpleaños, acompañado de una tradicional porra y la famosa “mordida” donde Alexis quedo embarrado de toda la cara. Ya en la noche, después de haber comido pastel, sus amigos se retiraron y Lucy se fue a dormir, cansada de un largo día. Alexis se dispuso a irse a dormir, cuando sus Tíos detuvieron su paso con una caja de madera del tamaño de una mesa.

-Aun te falta un regalo por abrir –Contesto su tío Miguel.

-Pense que ya no habría mas. Además de que es muy noche, por que hasta después de que se fueron mis amigos y Lucy? –Pregunto desconcertado Alexis.

-Es algo complicado de explicar –Dijo su tía- Primero abre la caja y ve lo que contiene.

Alexis siguió el consejo de su tía y abrió la caja. Dentro de ella estaba una chaqueta de color gris plateado, que tenia un bordado en el pecho el símbolo Kanji del Equilibrio de color blanco.

Después, saco una especie de vara curvada de color negro, con una incrustación de un dragón dorado. Pero al verla mejor, descubrió que esa vara esa la funda de una katana, la desenfundo y admiro su brillante filo y su forma tan delgada, curva y pesada.

En la antigüedad, las katanas eran usadas por los guerreros samurái para cumplir con sus tareas ordenadas por sus altos mandos, además de tener un código especial que tenia sus limitaciones para ser un verdadero samurái: el código Bushido.

(¿Porque mis tíos me regalarían una katana así de la nada? –Pensó Alexis- Si la policía o alguien me ve con ella, pensara que estoy loco, o quiero matar gente con ella.)

-Alexis –replico con una tristeza su tía- Esa espada que sostienes en tus manos... Era de tu abuelo, que también uso tu padre un tiempo después de que tu nacieras.

-P-Pero, porque yo? –Pregunto desesperado Alexis- ¿Qué relación tengo con esta katana? ¿Qué relación tiene esta katana con mi padre y mi abuelo?

-Hijo mio –Contesto su tío- Esta “katana” como tu lo llamas contiene un legendario poder, el cual, solo los descendientes de tu abuelo lo pueden usar. Y algo no dice que es momento de que te lo entreguemos.

Alexis guardó la katana de su abuelo en su funda, mirándola y pensando si seria capaz de llevar tal responsabilidad. [Pero aun si como un niño con un juguete nuevo, algo ha de estar mal].

Pasado esto, Alexis y sus tíos se dispusieron a dormir el resto de la noche.

A la mañana siguiente, Alexis aun tenia duda sobre los orígenes de su nueva katana y su abuelo, así que decidió ir con su mejor amigo Kevin, un experto en la cultura japonesa y un fan del anime, además de tener una habitación con un tema muy asiático.

-Adiós tia, voy a ver a Kevin un rato.

-Esta bien hijo -Grito su tía desde la cocina- Solo ten cuidado en el camino.

-Ok tía, te quiero- Alexis tomo su katana y salio de su casa corriendo en dirección al norte. 

Al pasar frente al parque Tangamanga, vio un objeto cayendo del cielo. Alexis no lo podía ver bien por el sol, y el objeto, que parecía ser un humano aterrizó frente a el, blandiendo una espada parecida a la de el, pero con una hoja color negro. Muy raro de verse en la historia japonesa.

-Oye -Grito el extraño sujeto de chaqueta negra- ¿Te llamas Alexis Takeshi López?

-Si, ese es mi nombre -replico Alexis- ¿Para que me necesitas?

Mi nombre es Iker... Iker Takeshi -Rió el extraño como si disfrutara el pronunciar su nombre- Y vine a matarte por deshonrar a nuestra familia.

-Pero... -Se quedo sorprendido Alexis al escuchar el nombre del sujeto, que mas bien era un joven de su misma edad- Si ese es tu nombre, entonces tu eres...

-Si -asintió Iker- Soy tu hermano. Y feliz cumpleaños...

Samurai BladeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora