Capítulo 6

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El demonio, de nombre Tengu, masacraba la mente de Alexis exigiendo su libertad. Sus carcajadas producían un eco sombrío y sus cadenas se agrietaban conforme el joven desistía al dolor en su cabeza.

-¡No es mi culpa que estés en mi cuerpo, déjame en paz, carajo! –Gritó Alexis retorciéndose en la superficie obscura.

-Se que no es tu culpa. Todo es culpa de tu estúpido padre al sellarme en el cuerpo de su inútil hijo.

Al escuchar esas palabras, Alexis intentó pararse con todas sus fuerzas y le clavó la mirada a Tengu con una rabia intensa –Jamás vuelvas a dirigirte de esa manera a mi padre. ¡Jamás!

En ese momento Alexis corrió hacia Tengu y con una fuerza inhumana, logro golpearlo en su rostro de color rojo carmesí, doblándole la nariz unos grados a la derecha.

-¡Muchacho insolente. Ahora me apoderare de tu cuerpo y con el me vengare de la humanidad!

-Eso lo quiero ver, “demonio”

Pero antes de que se diera cuenta, Tengu desapareció, y una nube de hubo morado flotaba en la posición en donde se encontraba la creatura con forma humana y rasgos de un diablo. La extraña nube se acerco a Alexis y él lo aspiro, permitiendo que la nube se propagara en su ser. Al cabo de unos segundos, el cuerpo de Alexis se cubría se una sombra que recorría sus piernas, después sus brazos, hasta llegar a los ojos del joven, escuchándose una susurro risueño antes de que la sombra consumiera el cuerpo de Alexis.

-¿Como se siente el poder en tu interior, eh? Te gusta, no lo niegues. Puedo sentirlo en todo tu cuerpo.

Mientras tanto, en el callejón donde esta Iker y el cuerpo inmóvil de Alexis, El hermano de ropa negra se acerca al cadáver con una sonrisa satisfactoria.

-Te lo dije hermano. Nunca podrás vencerme. Ahora, reclamaré lo que es mío.

Pero algo sucedió antes de tomar la katana de Alexis. Su cuerpo inanimado, empezó a levantarse como si nada. La herida ya no estaba, se había recuperado, pero algo estaba diferente en el. Tenia una sonrisa muy fruncida proyectando maldad, sus ojos cambiaron de color a un rojo escarlata, su mechón de cabello blanco había cambiado a un tono negro profundo y la presión que se sentía alrededor de el era mas denso, maligno.

-¿Que te pasa hermanito, tienes miedo de mi? –Apenas dio un ligero paso, se había desaparecido hasta toparse frente a frente con Iker. Su sonrisa mostraba unos colmillos muy largos para su mandíbula, tu tono de piel había cambiado a un rojo tenue, aunque aun tenia la misma ropa a Iker le dio un profundo miedo al ver a su propio hermano a los ojos, apenas podía decir las palabras con nerviosismo. –¿Q-quien eres tu?

-Quien soy no importa, es hora de la diversión… ¡JA JA JA JA!

Samurai BladeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora