Capítulo 8

19 1 0
                                    

Alexis se sorprendió tras escuchar aquella noticia que le había dicho Astrid, la chica misteriosa que lo ayudó. -¿Cómo es que conoces a mi padre?

-Es una larga historia, pero te lo contaré mientras se ayudo a cubrir tus heridas –En ese momento, Astrid se dirigió a una caja que se encontrara a una distancia corta y saco de ella una mochila que contenía unas vendas, Se acercó a Alexis y comenzó a vendarlo alrededor de las heridas.

Alexis se sonrojo un poco, pero aun tenia curiosidad y duda hacia ella, por lo que le pregunto: -¿Dices que tu nombre es Astrid, cierto? ¿D-De donde conoces a mi padre?

-Si, mi nombre es Astrid Ramos –Había contestado la chica siguiendo con su trabajo-. Conocí a tu padre porque el venia a visitar a mi familia frecuentemente. Era como un tío para mí, pero me enteré por parte de mi madre que había fallecido en un accidente. Lamento tu pérdida.

-No te preocupes Astrid, él está en mejor vida –Había contestado Alexis después de pensar en su padre, al verlo en el campo junto con su abuelo-. ¿Pero como sabias que estaba en peligro y porque brillabas tanto? Eso no es normal.

Al escuchar esto, Astrid apretó muy fuerte las vendas de Alexis, haciendo que el chico gritara de dolor. Cuando ella reaccionó, dejó de ejercer mucha fuerza en la venda y bajó la mirada- La verdad es que una Diosa se fusionó con mi cuerpo, brindándome de poderes que ningún humano creería. Esa diosa se llama Amaterasu. Y ella me dijo donde te encontrabas y me dirigí a este lugar.

Alexis se sorprendió ante tal declaración, pero le creía, hoy no era un día “Normal” como todos – ¿Una diosa? ¡Eso es sensacional! Pero… ¿Amaterasu no es la diosa japonesa del sol?

-De hecho lo es –Le sonrió Astrid vendándole la cabeza-. Pero cuando estaba en camino a mi casa llorando, se apareció frente a mí pidiéndome que la ayudara.

De pronto Alexis se dio cuenta de que Astrid estaba comenzando a llorar por lo que se sintió triste y le secó sus lagrimas- ¿Te sientes bien Astrid? ¿Por qué estas llorando?

Astrid se secó las lagrimas, Terminando de vendar a Alexis- Es mi vida… Los problemas, las discusiones, todo me esta derrumbando por dentro y no se como remediarlo. Corrí hacia mi casa cuando me encontré a una de mis amigas traicionándome con mi novio… El decía que me amaba, pero veo que ya no significo nada para él. Quería terminar con mi vida… Pero una luz me cegó, Después de un momento la luz desapareció y se postró ante mí una mujer hermosa con un vestido fuera de lo común aquí en México. Me dijo que ella no era procedente de este país pero que escuchó mis lamentos y vino para consolarme. De hay en adelante ya te lo conté. Su espíritu ahora reside en mi cuerpo y puedo usar sus poderes, pero no al máximo.

Después de un momento de silencio y reflexión para Alexis, Se levando aun adolorido. Recogió su katana y le tendió una mano a Astrid para ayudar a levantarla. Astrid tomó su mano y este la jalo con una fuerza que la abrazo para evitar que se cayeran. Los dos se sonrojaron y se separaron al instante.

-Ahora entiendo mejor el como me encontraste y como irradiabas mucha luz. ¿Pero que era ese papel que me pegaste en mi cuerpo? Lo vi antes de ser tragado por una obscuridad en mi interior.

-¿Ohh, te refieres a esto? –Astrid busco entre sus bolsillos y encontró un papel rectangular con letra japonesa que traducido dice “Sello”. Se lo dio a Alexis para que el lo viera-. No se como, pero tengo varios de estos. Al pareces Amaterasu me dio uno que otro artilugio para ayudarte, pero se supone que eso no hubiera bastado para detenerlo.

-¿De que estas hablando? Alexis se sorprendió ante la declaración de Astrid, se rascó la nuca  sintiendo un escalofrío en su cuerpo- Pero se supone que tu poder es grande. O tal vez hubo alguien más que lo selló, ayudándote entre las sombras

-No lo sé –Respondió la chica- , pero sea lo que sea, si sientes un gran sentimiento de odio, ira o venganza, Pueda ser que el sello se rompa. Lo sabremos cuando tu mechón de cabello cambie de blanco a negro.

Alexis miro su mechón de cabello y noto una ligera mancha de color negro. Sintió duda pero antes de tocarlo, alguien apareció detrás de el y lo pateó con una gran fuerza produciendo que Alexis perdiera la consciencia de nuevo. Pero antes de caer en un sueño duradero, escucho las palabras de aquel extraño sujeto.

-No le vuelvas a poner las manos a esta bella dama, demonio del mal. 

Después de eso, perdió el conocimiento.

Samurai BladeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora