Capítulo final.

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Malditos nervios feos, estoy que me muero. Pero mi sobrina o cualquiera de mi familia merece esto.

Christopher seguía sin reaccionar, a su modo estaba tratando de ver la forma de no arriesgarme ni arriesgar a su pequeña hija, pero tampoco quería arriesgar a su pequeña hermana, y me daba pena Verlo tan asustado.

Poncho no dejaba de andar por toda la casa para un lado y para el otro, también nervioso y desesperado, me lo quería comer a besos con ese puchero tan tierno que me daba, estaba segura que quiere convencerme de no ir e presentarse él, pero no podía hacer eso, no podía arriesgar a mi pequeña isabella, que sólo de pensar como la estará pasando me pone a temblar y querer arrancarme el cabello.

Dulce se quedó dormida, pobrecita mi mejor amiga, yo estaría igual o incluso peor.

Mi teléfono vibró al recibir un mensaje, lo abrí y era esa maldita, dame las indicaciones. Su número aparecía como restringido, sin rastro de ella. Ella quería hacer las cosas bien y eso me estaba demostrando, no quería fallar.
Leí en voz alta, viendo como todos me veían esperándome hablar.

Calle saunders #245 a las 5:30pm, entras a la casa y dejas el maletín. Después recibirás otro mensaje, y tendrás que cumplirlo al pie de la letra. Cuidado con jugar sucio Reinita.

Todos empezaron a murmurar cosas, pero no les puse atención, tenía que ir por ese dinero y ellos no me ayudaban mucho con sus delirios. Subí por mi bolso y bajé corriendo, tomé las llaves y salí de la casa

--Anahi, espera! Yo voy contigo- gritó Poncho.

-No poncho, tu tienes que cuidar a ful, eres su familia.- grité

-Pero tu también lo eres annie y nada me hará quedarme aqui- dijo un poncho retador.

-Annie tiene razón Poncho, yo voy con ella. Tu tienes que cuidar a dul o no la podríamos calmar, quédate tranquilo papa que yo voy con la guerita- no le dimos tiempo a responder cuando Chris ya estaba en el carro y yo acelere. Tenía que desacerme de Chris, pues conociendolo no iba querer que vaya sola, pero son reglas y no lo puedo arriesgar.

Llegué al Banco, y estuve dos malditas horas sentada. Los nervios me comían viva y estos que no se movían, decian que era una cantidad muy fuerte y bla bla bla. No estaba para escuchar todos sus sermones, quería el dinero e ir por mi sobrina.
Después de tanto trámite, palabras y firmas al fin me dieron el dinero, y salí volando.
Vi el reloj y mi pulso se aceleró, pues ya eran las 5 de la tarde.

Media hora para dar el dinero.

Media hora para ver a Regina.

Media hora para ver a mi sobrina.

Media hora para que una vida sea cobrada.

Media hora para que acabé esto.

Media hora para que mi mejor amiga tenga a su bebé.

Media hora para que mi hermano tenga a su bebé.

Media hora dónde no se si pueda volver a ver a poncho.

-Tranquila annie, yo te acompañare y no dejaré que nada malo te pase guerita.-dijo chris casi leyendo mis pensamientos.

-No chris, no puedes ir, no pued..

-A ver annie, tienes que entender que soy tu hermano y que te amo, no voy a dejar que nada malo te pase y tampoco te voy arriesgar, eres mi hermanita y me vale un pepino lo que te dijeran lo que tenías que hacer. Y nada de truquitos, que igual te voy acompañar. Y ahora maneja, que tenemos una zorra que matar. - en medió de la tormenta siempre hay un poco de sol, o eso dicen por que Chris siempre es así.

Enamorandome Del Hermano De Mi Mejor Amiga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora