Enamorandome Del Hermano De Mi Mejor Amiga.

Capítulo 19

—¿Por que soy un vicio poncho? ¿Por qué es peligroso? —preguntó confundida por eso último que dijo.

—Annie, no sé que me pasa. Lo de regina me dolió hasta cada parte de mi cuerpo, Pero el verte aquél dia con Iann en un sillón besándote encima de el, y que después lo defendieras como lo hiciste, dolió y algo aquí — señala su corazón — se rompió, quise partirle la cara a Iann, quise arrastrarte conmigo y no soltarte nunca, y me sentí una mierda grande cuando te vi partir de tu casa por mi culpa. — lo que dijo me sorprendió, el como yo esta presentando sentimientos nuevos.

—¿Poncho pero por que no cumpliste la promesa que me hiciste?— cambió de tema y el lo nota, frunce el ceño y me suelta bruscamente las manos.

—¿Por que me alejaste annie, por que me alejaste de tu vida? — ok, bien poncho, juegas limpio.

—No respondas Preguntas a mis preguntas poncho. — le digo.

—No cambies de tema Anahí.— dice un poco enfadado.

—y que quieres que diga Poncho?— me pongo de pie.

—Lo que sentimos annie, lo que sientes conmigo, lo que tu me haces sentir, lo que hace unos momentos nos gustaba sentir. — igual se pone de pie.

—No poncho, tu éstas confundido, acabas de terminar una relación, no sé...

—No Anahí no— niega con la cabeza— cuando estoy contigo me siento protegido, me siento tranquilo, me siento en paz, tu me haces sentir querido. ¿sabes cuanto tiempo llevó encerrado en este puto cuarto?! 2 meses annie, ni siquiera mi papá a palos me ha sacado de aquí, y vienes tú y de alguna forma me siento feliz, jodidamente feliz. — se acerca a mi y toma mis manos entre las suyas.

—Tienes que.. Que... Salir de esta mierda poncho— suplicó con la mirada.

—Solo si tu me ayudas, eres muy importante para mi annie— me dio un leve apretón de manos.

—Es que poncho, tu no entiendes, si estoy contigo, re..
— las palabras salieron de mi sin darme cuenta.

—Re? Regina? Que tiene que ver ella Anahí? — su mirada se volvió dura o confusa. — aún no me perdonas lo estúpidamente se me porte contigo? Está es tu manera de vengarte? Dejarme cuando casi ruego por tu atención! — me soltó las manos bruscamente y corrió a su closet, sacando y aventando cada una de sus prendas de vestir, zapatos, tenis o lo que se encontrará, buscando algo

—No, no!! Poncho no es eso! Escuchame! —grité, pero pareció ser en vano — ¿Que mierdas haces poncho!? — pregunté aturdida y bastante fuera de si.

—¿Por que no te vas Anahí? Digo, es lo mejor que sabes hacer, o espera...— me giro para poderme ver— también me hecharas de mi casa como de tu vida!— me gritó tan fuerte que me hizo dar un salto. Su mirada era dura y obscura. Vi que en sus manos tenía un sobresito transparente y adentro tenía algo como blanco, maldeci por lo bajo y me acerque a él.

—No tienes por que hacer esto poncho— dije delicadamente y lo más tranquilo que pude. Sus ojos buscaron los míos por un momento, y creí que se había calmado.

— Es que no lo entiendes Anahí, estoy perdido, soy una mierda de persona, no sé como dejarlo— gritó — es una puta obsesión, es mi calmante, es un respiro. —  intentó inhalar esa cosa, pero de un manotazo se lo tire y cayó al piso.

—¡Que haces Anahí! — gritó un poncho desesperado, y totalmente enfurecido. Sus ojos estaban desesperados, sus manos nerviosas y su mandíbula apretada. — Tengo que conseguir más— murmuró mas para el que para mi. — y tú vete de mi casa yaa! Y no vuelvas hacer eso Anahí — se acercó a mi, refiriéndose al hecho de tirarle su mierda. Con su mirada amenazadora. Me moría de los nervios y del miedo. Pero aún así le hice cara.

—O si no que poncho? Que me vas hacer? — como pude me acerqué, levante mi barbilla y puse una mano en mi cintura, mostrando una seguridad que no tenía. Sus ojos retaban a los míos, y su respiración se escuchaba agitada. —Tus amenazas puedes metertelas por dónde mejor te quepan ponchito, yo hago lo que quiero por que quiero. Y más si tú bien esta de por medio— ahora yo lo retaba con la mirada, sus ojos se suavizaron y segundos después bajo la mirada.
—Quien te la vende poncho? —suavize mi voz.

—Un... Amigo de re.. Regina— sollozo, y un poco mas bajo y no logro escucharlo. —Ayudame annie, ayudame a salir de esto. No quiero alejarme de nuestra sobrina, no quiero que la gente se aleje de mi por miedo, que me rechaze por creer que soy malo. Sólo te pido tu ayuda, no insistire en lo que te dije, pero no me abandondes, no me dejes a mi suerte, por que yo sólo no puedo.— sus ojos se cristalizaron, cayo de rodillas con sus manos entre su cara, y sus rodillas pegadas a su pecho. El solo hecho de que sea mi amigo es suficiente para quererlo ayudar, pero el que sea algo más que eso, puede conmigo y con todas de las amenazas existentes en este mundo. No sé que pase entre nosotros, pero no puedo dejarlo sólo y menos dejarlo morir. Me arrodillé y lo abraze, el me recibió y no fundimos en un abrazo tierno y mutuamente necesitado.

—No... No me dejes annie... No puedo más — su voz entrecortada y sus lágrimas cayendo a mi hombro, me estremeció.— Tu eres mi fuerza annie... Sólo no me dejes.

—No, poncho, te juro que te ayudaré en lo que sea necesario y no importa que tengamos que hacer gatito, saldremos de esta y en un futuro sólo sera una anécdota más que contar. Ya lo verás — limpie sus lágrimas con mis dedos, besé su mejilla y lo volví abrazar tiernamente.

—Gracias gatita, muchas gracias— el me beso mi mejilla mientras me apretaba contra él. —Yo te juro que voy a poner todo de mi parte para no decepcionarte, ni a ti ni a nadie. Y volveré al buen camino— se formo una sonrisa tierna en sus labios, y dos oyuelos se Formaron, que no resistí la ternura y besé cada uno. Eso le sorprendió y sonrió

—Y eso que fue? — pregunto divertidamente

—Es que tus oyuelos son bonitos!— dije sin pensar y riendome.

—Jajajajaja todo yo soy bonito— dijo alegre, y moviendo sus cejas arriba-abajo, haciéndome soltar una carcajada. — pero hay que ser justos — sin saber a que se refería, se acercó a mi cara y beso al lado de mis labios.

—Y eso que fue?— preguntó aún riendo sorprendida.

—Es que tus oyuelos son preciosos! — dijo repitiendo mi acto y mi frase. Entrecerre mis ojos y dije.

—Yo dije bonitos — le dije divertida.

—Y yo dije preciosos— me saco la lengua de manera infantil y yo la mia. Volvíamos hacer niños, y eso fue lo que me gusto. Con poncho y conmigo podíamos de querernos a odiarnos ó de odiarnos a querernos, era lo que unía la amistad,y como una amistad leal y real, lo apoyaré siempre. Empieza una nueva etapa pero sé que lo ayudaré y saldrá bien ello, y yo seré la amiga loca que siempre tiene que tener uno, esa persona que cuando haces algo mal te regaña, cuando haces algo bien te aplaude, cuando haces una travesura te acompaña, cuando tienes errores te ayuda y cuando estás en las peores te rescata.

Empieza nuestra meta.

Mil disculpas a todos, pero no tenía internet, y pues ahora estoy de vacaciones :( espero poder subir todos los días, agradezco su paciencia y el cariño. Saludossss y bonitas vacaciones.💕