Capitulo 2

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Al salir del instituto y llegar a mi casa, subo las escaleras hacia mi habitación. Cierro la puerta de un portazo y aparto mi mochila. Me lanzo sobre el cobertor de la cama, jalo la esquina y me acurruco entre las sabanas. En todo el día, es el primer momento en el que me siento tranquila. Inhalo profundamente el suave aroma de las sabanas recién lavadas por mi madre.

  «Solo 15 minutos, Tara »  Me digo a mi misma.

Respiro tranquilamente y cierro los ojos. Esta es la recompensa de un cansado día en el instituto, o eso creo. Sigo inhalando el suave aroma hasta quedarme dormida.


Al despertar, me siento mucho mejor. Siento que e dormido por siglos. No tengo ni idea de que hora es, por lo que meto mi mano bajo el edredón tratando de encontrar mi celular para ver la hora.

Nada

Me enderezo un poco y empiezo a buscar en la mesita al lado de mi cama, por supuesto, sin levantarme. No está. Rebusco entre mi mente para recordar donde lo deje, recorro con la mirada la habitación en busca de mi celular. Está arriba de mi tocador, por lo que me levanto de mala gana a tomarlo. Veo la hora y me detengo en seco.

11:26 p.m

Genial. Mi siesta de 15 minutos se ha convertido en una de 4 horas.

Siento ansiedad, sin saber muy bien porque.

He olvidado algo, algo importante, pero no recuerdo que.

Rebusco en mi memoria, hasta que enciende una chispa. ¡La reunión con Chloe! Lo había olvidado totalmente

En fin, ya no hay nada que hacer, lo más probable es que ni siquiera lo recordara. Está tan mal de la memoria como yo. O eso es lo que suelen decir. Me odio a mi misma por olvidarlo, era importante, lo se.

Azoto mi celular con fuerza en el tocador, enojada por mis estúpidos descuidos.

El tocador se tambalea un poco y la lampará de mi tocador sale volando y se estrella contra la pared, rompiéndose en mil pedazos, quedándome en una oscuridad total.

Me quedo atónita

En ese instante me di cuenta de 3 cosas:

1. No toque la lampara

2. Ni siquiera choque con el tocador

3. Estaba como a unos 3 metros de mi

Volteo precipitadamente para ver si me están tomando el pelo.

Nada.

O más bien nadie.

Sin explicación alguna

***


Me encuentro en clase de calculo, observando como el profesor anota algunas ecuaciones en el pizarron. Al parecer, cuando le mencione a Chloe lo de la reunión, no tenia ni la menor idea de que hablaba. Tal vez haya sido lo mejor.

Sigo sin encontrar una explicación para el suceso de anoche, probablemente la haya golpeado sin darme cuenta, tal vez no puse suficiente atención, por lo que sacudo la cabeza, quitándome el tema de la cabeza.

Sere sincera, soy toda una floja. Floja y olvidadiza, por lo que las responsabilidades no se me dan muy bien.

De una vez por todas, decido ponerle atención al profesor.

Está explicándonos algunas ecuaciones algebraicas, la mayoría de los chicos están interesados en la clase, mientras que otros miran hasta la mosca que se posa en la ventana.

Siempre e sido buena en calculo, aunque no ponga mucha atención en las clases de forma continua.

De alguna forma, todo se me pega como si fuera un imán.

Al cabo de un rato, no logro entender ni una palabra del profesor, pues hay un gran alboroto en la clase. Todos hablan a la vez, hundidos en sus platicas como si no hubiera nada a su alrededor. Siento nauseas y mareos, concentrarme en la clase es imposible. Es igual de difícil que tratar de ensartar el hilo a una aguja en plena calle llena de baches.

Hasta del sonido, me tapo los oídos con las manos y agacho la cabeza, cerrando los ojos con fuerza. No hay cambio alguno, es como si las voces estuvieran dentro de mi cabeza...

Al cabo de unos minutos, el dolor de cabeza es tan insoportable que decido cerrarles la boca yo misma. Me enderezo y abro la boca justo para discutir.

Me quedo boquiabierta.

Nadie, absolutamente nadie esta hablando. Todos están sumidos en la clase, y unos cuantos distraídos.

¿Acaso me estoy volviendo loca?

Probablemente, porque esto no es normal.

Me cubro la cabeza y la hundo en las hojas de mi cuaderno.

Llego a tal desesperación que comienzo a respirar de forma entrecortada. Cuando levanto la cabeza, todos están mirándome con cara de preocupación.

Tomo mi mochila y salgo disparada de la clase con ansiedad, tratando de dejar atrás esas voces en mi cabeza.

— ¡Aaaaagggghhhhh!

Sobrenatural (#Wattys 2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora