Capitulo 7

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Como era de esperar, estoy en la oficina de la directora junto a la chica con la que pelee. Evitamos mirarnos, distantes, aunque todavía quiero darle un puñetazo en la cara. Ahora que lo pienso más detenidamente, debí de pensarlo dos veces antes de empezar un pleito en pleno pasillo del instituto. Sin embargo, lo único en lo que era capaz de pensar era en no dejar que esa chica me pisotee en publico.

Tengo una bolsa de hielo en el ojo, pues se me ha puesto morado, en cambio, la otra chica tiene la cara toda amoratada, también con una bolsa de hielo.

- Eres una idiota - Dice la chica rompiendo el silencio entre nosotras. Volteo enojada hacia ella.

- ¿Idiota yo? - Replico arqueando las cejas- Yo no soy la que le dio un puñetazo en la mandíbula a la otra según lo recuerdo

- Tu eres la que me aventó los libros a la cara- Dice quitándose la bolsa de hielo, enseñando a la vista la marca que le quedo en el puente de la nariz

- Ya te dije que fue un accidente - Le digo enojada- Ademas, ¿porque querría pelear con una chica como de 1.86?

Se encoge de hombros.

- No lo se, dímelo tu - Dice a la vez que hace una mueca

- ¡Ni siquiera te conozco! - Le grito furiosa, en ese instante, entra la directora perpleja por mi reacción.

En silencio, se acomoda detrás de su escritorio, se acomoda las gafas y dirige su mirada fría hacia nosotras dos. Es algo vieja, sus arrugas algo contraídas sobre su frente, ojos grises y su cabello canoso recogido en un moño.

- Cuéntenme que fue lo que paso - Dice sin expresión alguna.

La chica y yo hablamos a la vez rápidamente interrumpiendo a la otra.

- ¡Sssshhhhhh! - Alza la voz y me señala- Usted primero señorita Pears

Suspiro y la chica suelta un bufido

- Estaba en el pasillo sacando mis libros de mi casillero, cuando lo cerre, al voltearme tropeze con alguien y mis libros salieron volando. Dieron a parar en el rostro de ella - Digo dirigiendo mi mirada hacia la chica- Ella se acerco a mi y me amenazo, yo le dije que fue un accidente. Cuando me voltee me dio un puñetazo en la mandíbula, yo me enoje tanto con ella que insistí en...

La directora hace una señal para que deje de hablar y dirige su mirada hacia la chica.

- Estaba parada al lado de mi casillero hablando con mis amigas, cuando recibí un fuerte golpe en la cara, eran los libros de ella- Dice mirándome con rencor- Ella me dijo que fue un accidente, pero yo me enoje y la golpee, sin embargo ella...

- ¡No iba a dejar que me golpees por algo que yo no hice proposito! - Replico mirando a la directora con indignación

La directora asiente con la cabeza y nos mira a las dos, guardamos silencio.

- Sea lo que sea lo que haya ocurrido - Dice rompiendo el silencio en la oficina- Recibirán un castigo por su comportamiento

Pongo cara de disgusto y la chica suelta un gemido

- ¡Basta! - Grita la directora a la vez que le da un manotazo al escritorio que me sobresalta - Haran lo que yo les diga ¿de acuerdo?

- Bien - Decimos la chica y yo a la par

La directora hojea su libreta y la mira pensativa. Me molesta estar metida en este problema, todo gracias a sea lo que sea lo que hice allá en el pasillo.

- Vendrán a limpiar este sábado- Dice acomodándose las gafas- Los pasillos, para ser más exactos

- ¡Pero iré a una fiesta este sábado! - Replico frustrada. Ni siquiera sabia que tenia tantas ganas de ir a la fiesta, pero me parece mejor que limpiar el instituto un sábado.

- En ese caso, señorita Pears, más vale que limpien de inmediato - Sin aviso previo, se levanta y sale de la oficina. La chica y yo nos quedamos sentadas, en un aire cargado de remordimiento.

- Maldita sea - Dice la chica parándose con fuerza- Solo espero poder acabar rápido para poder llegar a la fiesta

- ¿Tu iras? - Pregunto arqueando las cejas

- Todo el instituto - Dice la chica con un dejo de enojo- Al parecer la casa es gigante

La chica camina hacia la puerta ignorándome. Ahora que lo pienso, tengo que dejar de referirme a ella como " La chica ".

— ¿Cual es tu nombre?— Le pregunto antes de que salga. Soy de esas que no pueden dormir con una duda, por más insignificante que sea.

Ella se detiene y me mira, desconcertada.

— ¿Y ati que te importa? —Camina un poco y antes de cerrar la puerta se gira— Emma Roberts

La puerta se cierra tras ella y yo me quedo en la silenciosa oficina.

Sobrenatural (#Wattys 2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora