Verno, el surgimiento de un demonio (Saga Genus #2)

Capítulo 42

Emma

El cielo se inundó de un aire espeso, con una negrura cristalina.

Estábamos escondidos entre varios lugares clave para contraatacar el plan de Verno, sin embargo, su repentina invocación nos había dejado atónitos.

Sólo faltaba una palabra clave para que Azazel saliera a la batalla que probablemente marcaría mi muerte, y la de muchos.

Todos estaban aterrados, podía sentirlo como suprema, todos de angustiaban como nunca en su vida, y temían no poder luchar como era debido.

Quiero que me escuchen todos...

Hablé en la mente de cada uno de mis ángeles, mi familia.

Hoy es un día especial, hoy morirán o vivirán, pero lo harán con dignidad y con valentía.

Quiero que piensen en sus seres amados y les manden un mensaje de despedida a través de su mente, sé que no es legal en nuestra ley, pero les doy permiso.

Quiten esa cara larga y pongan su mejor expresión de guerra, hoy no morirán, sólo lo hará su cuerpo.

Su alma vivirá por siempre, hasta renacer en alguien, ustedes mejor que yo lo saben.

No estén asustados, estoy a su lado.

Seré la fuerza que usarán al envainar su espada.

Seré la sangre y el sudor que emane su cuerpo.

Seré el aire que sus pulmones respiran.

Seré el coraje de su corazón.

Seré quién cubra su espalda cuando lo necesiten.

Todos se quedaron impactados al escuchar mi discurso.

Y sobre todo, seré quien vengará su alma si es que la llegan a profanar.

Mis ojos observaban los puntos clave y después observé a Verno.

Te amo...

El mensaje de Jared llegó a mi mente.

Estoy contigo, hermana, te amo...

Mason le siguió.

Eh, chica, no dejes que esa asquerosa súcubo te toque, te amo, cuñada...

Karla...

Vengaré a tu hermano, lo juro...

Helen...

No pudiste darme un mejor destino, contigo hasta el final...

Zianya...

Tengo tanto qué agradecer, cubriré tu espalda...

Pamela...

Todos los que amaba, mi nueva familia... Incluyendo a los que no vivían más...

Los amo, a todos y cada uno de ustedes...

— ¿Lista? — Jared susurró a mi lado y estrechó mi mano en un gesto de apoyo.

Su cuerpo temblaba, todos temblaban...

Pero esta vez era diferente, querían sacar el coraje que sus almas exigían liberar.

— Lista... — me puse en pie lentamente revelando mi posición y dando comienzo a la batalla que nuestro corazón anhelaba tener.

Te amo, Jared...

(...)

Verno