Mamá debería irse - V

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A los dieciséis años, cansada de ser la única inexperta del grupo de amigas, decidió que si se dedicaba a esperar la llegada del ser iluminado capaz de despertar en ella el tan nombrado sentimiento, estaría a merced de los designios del destino, hasta ahora nada benévolo. No supo cómo iniciar, se perdió en una laguna de situaciones que involucraban salir a fiestas y conocer chicos. Nunca estuvo tan desanimada como ese entonces. Lo que hallaba eran seres poco creíbles, calcados del estereotipo del hombre machista. Nada interesante que  le produjera una comezón por la curiosidad de un beso. Había chicos guapos, pero contenidos en su propio mundo, con códigos y convenciones diferentes. Cadavez soportaba menos las mofas de sus compañeras por no tener a quién presumiren las charlas privadas, se sintió excluida cuando una conversación derivaba ensecretos íntimos confesable solo en el ámbito personal de un círculo cerrado.No tuvo qué decir pero dentro de ella pululaban las preguntas. Cuando lellegaba el turno no consiguió el ánimo de inventarse un amorío sórdido quetrastocara la imaginación de sus amigas; ella solo deseaba salir de allí y alllegar a casa subía directo hacia su habitación para llorar a solas y pedirle ala cama que la absorba entera. 

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