Bella Mente

Capítulo 15

Cuando por fin logré pegar un ojo sonó el despertador. Había dado vueltas toda la noche. Me habría quedado a dormir de no ser por mi examen de matemáticas. Simplemente tomé mi café con Clea y nos dispusimos a ir al salón del Sr. Jones.

― ¿Están listas? ― Pregunto Matt acercándose. Me tomó por sorpresa. Él no se interesaba por nadie.

― Algo así. Bella me pasó sus apuntes.

― Si por suerte el Sr. Jones la asignó como mi tutora si no fuera por ella hoy estaría más perdido que un pingüino en el desierto. ― Clea soltó una particular carcajada y miró a Matt. Como si tuvieran una broma secreta entre hermanos o algo así ― Gracias Bella. ― Despeinó mi cabello como si fuera el de un perro. ¿Qué le sucedía? Justo esto era a lo que me refería. Un día era un patán y al otro me agradecía. No entendía a este chico. Era demasiado bipolar. O tal vez lo era yo.

― No hay de qué. ― hice una mueca ― Por dios. Ya entremos. Es el último examen y el último día antes de las vacaciones. Quiero terminar ya.

― Y yo ― contestaron al unísono.

― A veces me asustan con sus cosas de mellizos. ― dije.

Sin más entramos al examen. Estuvo bastante fácil por lo menos para mí. En cuanto terminé mire a Clea para ver si necesitaba ayuda. Siempre la ayudaba en los exámenes a espaldas de los profesores obvio. Me pidió en voz baja que le recordara una formula. En cuanto se la dije voltee hacia Matt. Ya no tenía su hoja sobre la mesa y descansaba meciéndose en su silla mientras jugaba con su lápiz.

― ¿Ya acabaste? ― pregunté con asombro. ― Por favor dime que no entregaste la hoja en blanco.

― No lo hice. Terminé. Estaba fácil. Bueno. Es que tuve a la mejor tutora ― guiño un ojo.

― Que... bien. ― contesté aún asombrada.

Las siguientes horas pasaron demasiado lento. Pues era típico del último día. En cuanto sonó la campana que indicaba la hora del almuerzo agradecí internamente.

Junto con Clea nos dirigimos a la cafetería. Nos encontramos con el resto del grupo y nos entramos con ellos. Era raro como Siempre teníamos que sentarnos con Jason, Luke y Matt aunque era bien sabido que con Matt peleábamos como perro y gato.

― ¿Qué van a hacer en el receso de invierno? ― preguntó Jason

― Supongo que iré a casa y pasare unas aburridas fiestas como siempre con mi familia y mis molestos primos.

― Yo también iré a casa ― agrego Scar.

― Si yo también. Mamá tiene algo con la navidad. Está medio obsesionada.

― Ojalá la nuestra fuera igual. ¿No es cierto Clea? ¿Alguna novedad?

―No. La pasaremos aquí como siempre. ― Clea me miró. Como siempre no entendía nada ― Nuestra mamá es una adicta al trabajo. Siempre trabaja para navidad.

― O está de viaje ― dijo Matt

― O tiene alguna fiesta a la cual asistir para conseguir más clientes o inversores. Así es ella. No sé si odia la navidad o a nosotros. ― acotó Clea.

― Para mí nos tiene alergia.

Jason, Luke, Scar y yo nos miramos incómodos. No era posible que su propia madre los abandonara en navidad. Los tenía en un internado y cuando tenía la oportunidad de verlos los evitaba o buscaba excusas para no estar con ellos.