Valió la espera

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Recuerdo que cuando era una niña, hacia de todo, menos divertirme. Siempre encerrada en mi habitación solo veía hacia la ventana para ver que hacían los niños del reino. Siempre veía a los pequeños niños jugando con sus hermanos, eso me daba tristeza porque me hacía recordar a mi hermana Anna.

Habían dos hermanos en especial. Siempre se la pasaban jugando cerca del castillo, ellos eran un chico, de cabello marrón, guapo, y ojos marrones. La niña también era como el chico.

Me gustaba verlos jugar porque parecían ser unos hermanos muy unidos.

Al pasar el tiempo y ya cuando me coronaron, aun me gustaba ver por la ventana de vez en cuando

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Al pasar el tiempo y ya cuando me coronaron, aun me gustaba ver por la ventana de vez en cuando.

Al pasar el tiempo y ya cuando me coronaron, aun me gustaba ver por la ventana de vez en cuando

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Un día miraba mi querido pueblo y la ventana se llenó de escarcha. Miré mis manos y estaba asustada, ya sabía controlar mis poderes y no los había usado ¿Qué había pasado?

Volví a mirar la ventana y la escarcha formo una palabra "Hola" estaba muy confundida ¿Qué estaba pasando? Seguí viendo la ventana y formo otra palabra "Me llamo, Jack Frost"

-¿Jack Frost?-dije confundida pero frente a mi apareció un joven de aproximadamente mi edad, o un poco más joven, con el cabello blanco y los ojos azules, se veía muy guapo, pero la verdad se me hacía muy familiar.

Me quedé sorprendida al ver que estaba de cabeza viéndome con una sonrisa ¿Acaso estaba volando? Pues eso parecía, ya que mi habitación está en lo alto del castillo y era imposible que hubiese trepado.

Abrí la ventana para dejarlo pasar, hacia mucho frío afuera. Él entro con una sonrisa y comenzó a volar por la habitación, yo lo miraba sorprendida, pero más sorprendida me quedé cuando el tocó el suelo con sus pies descalzos y este se llenó de escarcha ¿Qué estaba pasando? Lo vi con su piel pálida, parecía que el frío no le molestaba como a mí. Tenía una ropa de campesino y un cayado de pastor en su mano. Estaba sorprendida, pero antes de hablar yo, él lo hizo.

-Hola, señorita, ¿Cómo se llama?-preguntó el joven siendo muy caballeroso.

-Soy la reina Elsa de Arendelle-dije haciendo una pequeña reverencia agarrado un poco mi vestido de hielo para que no me estorbara.

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