Estas son historias cortas pero bonitas versión Jelsa, hechas por mi o que simplemente consigo por alguna fuente
Muchas de ellas tienen moralejas o simplemente son historias para reírse o llorar un rato jejeje
Elsa era una chica que tenía una vida no muy feliz.
En la escuela era una chica poco notable. Sus compañeros la molestaban mucho, le lanzaban papelitos o aviones de papel con frases groseras o muy ofensivas hacia ella.
Ella ignoraba por completo su vida en el colegio. Era solitaria todo el tiempo y nunca tenía una sonrisa. Siempre se la pasaba triste.
Cuando llegaba a su casa, sus padres lo único que hacían eran discutir y no le ponían atención a ella.
Odio mi vida.
Elsa se acostó en su cama y sin darse cuenta se quedó dormida plácidamente.
Comenzó a soñar, pero este sueño era diferente a los demás... no se encontraba como siempre sola en su habitación llorando, como constantemente se la pasaba en la vida real.
Esta vez había un chico de cabello blanco y ojos azules muy guapo en frente de ella. Este sonrió ampliamente y puso su mano detrás de la cabeza de Elsa. Elsa se puso nerviosa pero de repente sintió como su melena platinada fue liberada de la liga que tenía en su cabello.
Te vez mejor así.
Elsa sonrió y se sonrojó un poco ante el acercamiento del chico.
Me llamo, Jack.
Se sintió halagada cuando el chico la tomó de la mano y comenzaron a caminar por un lugar muy hermoso y lleno de nieve. Ellos conversaban y reían. Elsa se sentía muy feliz por primera vez.
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Al despertar. Se sentía feliz y tenía una pequeña sonrisa. Esta fue borrada cuando llegó a su colegio y sus compañeros la empezaron a molestar. Estaba muy mal al llegar a su casa, pero sus padres en vez de hacerla sentir mejor, solo la regañaron.
Elsa corrió a su habitación y empezó a llorar hasta caer dormida.
De repente se encontraba en un hermoso salón. Como un castillo muy hermoso. Jack apareció frente a ella con un traje elegante. Él chasqueó sus dedos y a Elsa le apareció un hermoso vestido azul brillante. Ellos comenzaron a bailar al compás de una música de salón.
La sonrisa no desaparecía del rostro de Elsa.
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