MI RESURRECCIÓN

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Corrí con todas mis fuerzas. El aire me sabía amargo. Un líquido luchaba por ser expulsado, me detuve y vomité sangre ennegrecida que me dejó un putrefacto sabor en la boca. No podía más, estaba empapado, la mugre me picaba en la piel, el cabello todo pegosteoso y mi resurrección que me resultó peor que mi muerte.

Había un hoyo negro en mi mente, las memorias que luchaba por olvidar se hacían cada vez más reales. Me sentía vacío, como si algo me faltara. Seguí corriendo y, de pronto, mi pie quedó atrapado en una trampa metálica; el dolor me regresó a la realidad. Solté un aullido desgarrador. Quise liberarme, pero cada movimiento me desgarraba la carne.

-¿Necesitas ayuda?- una mujer con movimientos majestuosos me miró con aires de superioridad-. Me es bastante vergonsozo que nuestros invitados resulten lastimados, a menos, que intenten escapar...- su meliodosa risa provocó ira en mi interior.

-¿Todo fue un sueño?- estaba confundido. No sabía donde estaba, no sabía quién era esa mujer, no sabía nada, mis últimos recuerdos fueron esa retorcida sonrisa y el crujido de mis huesos.

-No- se puso en cuclillas. Sacó una llave plateada, muy brillante. Me resultó sorprendente el contraste de la luz de la luna y el metal-. Moriste, Jason. Una bomba de tiempo te mató... O los golpes, pero Batman jamás llegó.

-No, no, no- era imposible, él me quería, él era el único que jamás dejaría que me hiciesen daño-, ¡no! Él jamás me abandonaría.

El cerrojo de la trampa se abrió, avisándome con un click.  El dolor de mi pie regresó aún más intenso que cuando había sido atrapado. Comencé a gemir de dolor, no lo soportaba como tampoco soportaba los recuerdos en mi cabeza.

-¿De verdad eres tan ingenuo, Jason Todd? Batman nunca llegó. Nosotros encontramos tu cuerpo y te devolvimos a la vida- sus palabras se sentían como cuchillas clavándose en mi pecho-. Él está buscando un nuevo Robin. ¿Pensaste que dejaría su vida de "justicia" por ti?

-No. Él dijo que yo era como un hijo, él me acogió en sus brazos, ¡me sacó de la mierda en donde vivía y me entrenó para traer el bien a Gotham!- estaba enfurecido por las mentiras que ella decía. Quería golpearla hasta que me implorara compasión, pero yo apenas y podía respirar, yo era el que terminaría pidiéndola.

-¡Eres sólo un juguete que se puede reemplazar! Batman tiene cosas más importantes que llorar por un mocoso mañoso.

Y llegué a un punto donde no soporté ni el dolor físico como el emocional. Caí rendido. Las hojas secas se pudrían como mi interior. ¿Por qué Bruce no fue por mí? ¿Por qué me alejaron de su lado? ¿Por qué..?

Desperté. Estaba sujeto a una cama, sudor frío corría por mi rostro y el miedo se apoderó de mí.

-Te desmayaste cuando estábamos en la mejor parte- otra vez esa perra me estaba jodiendo. Se burlaba de mí.

-Eres una perra- escupí.

De pronto, ella colocó sus manos sobre la herida de mi pie y con sus dedos comenzó a apretarla. La sangre fluyó como los gritos de mi boca.

-¿Sabes quién soy, muchacho estúpido?- esta vez sí que estaba enojada.

-¿Una perra?

-Talia Al Ghul- siseó-, hija de Ra's Al Ghul. Somos de la gran Liga de Asesinos.

-¿Me torturarán para decirles los secretos de Batman?- me reí sin muchas ganas-. Pues no les diré nada. No le temo a la muerte, ya no más.

-¿Torturarte? Claro que no. Tú eres el arma más poderosa que tenemos contra él. Jason, abre los ojos- dejó de agravarme las heridas, alejando sus manos y limpiándose los dedos con un pañuelo blanco-. Batman no le hizo absolutamente nada al Joker, sólo lo encarceló.

-¿Qué..?- luché por quitarme las ataduras, pero la piel se me desgarraba y las heridas se agravaban-. No, no, no, no... ¡NO, ESO NO! ¡DEBIÓ MOLERLO A GOLPES COMO LO HIZO CONMIGO!- me sacudí con aún más violencia. El dolor no era nada contra la furia que sentía.

-¡Te dije que Batman jamás lloraría por un mocoso malcriado como tú!- Talia se estaba regodeando-. Jason, ¡Jason, tú tienes que hacerlo pagar por todo lo que te hizo!

-¿Matarlo..? Él es Batman.

-Y tú Jason Todd. Él no violaría su estúpido código moral, mucho menos si sabe con quién se enfrenta. Acepta o muere, tienes dos opciones.

Hubo un largo silencio. Los huesos rotos, gritos vacíos, lágrimas de desesperación, todo se me vino a la mente, esos recuerdos antes de morir, donde me alejaron de él, pero eso me sirvió a darme cuenta de que en verdad yo no le importaba. Así como resucité, resucitará una nueva alma perteneciente a Gotham.

-Vivir, elijo eso...

Come Back For MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora