Come Back For Me

AVERIGUAR

Mi primera noche en la cómoda cama de mi apartamento nuevo fue genial. Desperté con buen humor, me duché y me cambié de ropa.

Alrededor de las 11:45 am, saqué el periódico de mi chaqueta y lo extendí, arranqué la nota del Joker y la dejé sobre mi mesa de noche. Tal vez el buen humor se fue porque vi la asquerosa cara del maniático que me asesinó.

Cuando salí del departamento, me dirigí al mismo lugar donde vi a Tim Drake, tenía que averiguar más sobre el niño ese.

Tim.

A las 11:45, yo seguía en el colegio. Robin ocupaba toda mi cabeza porque no entendía nada de lo que los profesores decían y no me puse a rezar cuando era hora de aquello. Estuve todo el tiempo nervioso. A las 12:00 inició nuestro breve receso de diez minutos, así que con libreta en mano y lápiz fui a un lugar apartado del patio. Pasé los diez minutos dibujando, pero me frustré y lo tiré y entonces vi a un tipo completamente familiar. ¡Era Jake Thomas! Quise gritarle, pero me regañarían los profesores.

Mientras caminaba hacia mi salón, una chica rubia salió corriendo. Tenía frenos y una diadema negra.

-¡Hola, Tim!- exclamó. Estaba toda sudorosa y rara.

-Hola- dije de vuelta. Andaba metiendo mi cuaderno al casillero.

-¿Qué haces?

-Nada. Tengo matemáticas, ya me voy.

-¡No se te olvide la calculadora!

La miré extrañado.

-Okey...- corrí al salón y mi maestra me reportó por llegar tarde.

Acabando el día, fui al café donde me vi con Jake Thomas y por casualidad él estaba ahí. Me senté, olvidando el incidente de ayer. Al principio no me tomó atención porque andaba escribiendo coordenadas en una pequeña libretita.

-Hola, Jake- saludé por tercera vez.

Se guardó el cuaderno en el bolsillo de la chamarra.

-¿Tim? Eh... Hola- mordisqueaba su bolígrafo.

Jason.

-¿Qué haces?- me miró con curiosidad.

-Tarea de cálculo avanzado- ¿qué mierda era eso? Yo jamás lo entendí.

-¡Oh! Soy bueno en las mates, ¿me dejas ver?

-¿Qué! No- apreté la libretita al bolsillo de mi chaqueta-. Oye... ¿viste lo del Joker?

-¡Sí!- asintió repetidamente-. Ojalá Batman lo regrese a donde pertenece.

-El Joker merece morir- mencioné. Tim titubeó.

-No... No lo sé, Jake- tamborileó los dedos en la mesa. Después de un largo silencio, habló:-. Oye, ¿cuántos años tienes?

-Dieciséis- mentí.

-¡Genial! Uh... Oh-. ¿Qué piensas de Batman?

Nos miramos el uno al otro. Los ojos se me oscurecieron de posibles lágrimas y bajé la mirada. Tim se confundió, empezó a sudar y me dio una palmada en el hombro.

-Siento haberte incomodado, ¿estás bien, Jake?

-En mi vida han pasado muchas cosas en el nombre de Batman.

-Lo lamento.

-¿Sabes algo? Iré a dar un paseo, ¿me acompañas?

-¡Sí!-. Tim sonrió.

Tim.

Jake era genialmente misterioso, tenía una mirada llena de recuerdos estrepitosos y a veces fruncía el ceño como confundido. Me caía bien, me agradaba, lo único extraño era que donde yo iba me lo encontraba. Íbamos caminando por el parque hasta que por accidente le di un pisotón. Aulló de dolor y me empujó con bastante fuerza.

-¿Eres estúpido?

-¡Lo siento!

-¡No lo sientes! Eres un idiota. Bastante me desagradas, ¿qué no ves que me duele?-. Me asestó un puñetazo en la cara.

De pronto, su rostro cambió. Se dio la vuelta y salió corriendo. Yo no estaba enojado, así que me tomé la molestia de llegar a casa, meterme al baño y pensar todo al terminar de limpiarme la sangre de mi labio.

-¡Carajo!

Jason.

-Estúpido. ¡SOY ESTÚPIDO!-. Arrojé mi chamarra al piso y la pisoteé  con furia-. ¡Así jamás lograrás su confianza!-. Grité. Le di un golpe a la pared, incluso más fuerte que aquel que le di a Tim. Los nudillos me ardieron, pero no importó-. Está bien, Jason. Lo haremos a tu manera preferida; por el niño, el murciélago y el payaso...