Come Back For Me

JAKE THOMAS Y TIM DRAKE

Llegué más tarde de lo previsto. La mansión seguía estando igual; gigantesca y majestuosa. Siempre me intimidó estar frente a ella. Salí de entre los espesos arbustos del jardín que decoraba las orillas de la morada y me abrí paso, cauteloso. En ese instante, sólo en ese instante, me sentí emocionado; una sonrisa involuntaria se dibujaba en mis labios, el corazón me golpeaba violentamente el pecho, estaba emocionado.

"Finalmente, Bruce. Volveremos a ser la misma familia de antes" me dije.

De pronto, mis espectativas se desmoronaron. Un chico que no excedía los trece años salía de la mansión junto a Bruce. El niño ese iba detrás de él, como un perro faldero.

-¡Vamos, señor, Wayne! ¡Sé lo que es usted!- Bruce le miró con severidad-. ¡Es Batman!

-Baja la voz, Tim.

-¡Déjeme ayudarle! ¡¡Yo puedo ser el Robin que necesita!! Sé lo que le pasó al otro... Y no pienso reemplazarlo, pero no puede estar solo.

Entrecerré los ojos. Si Bruce Wayne accedía, iba a crear un odio inmediato hacia su persona.

-Lo pensaré- respondió. Encaminó al tal Tim hacia la gran reja de metal y vio cómo se iba alejando de la mansión.

Lo vi regresar. Lucía bastante cansado y juro que me iba abrir paso hasta que dijo:

-Tal vez sea tiempo de dejar a un lado el luto... Eso hubiera deseado Jason. Tal vez sea el momento, han pasado dos meses...

Escucharlo decir eso en voz alta. ¡¿Por qué dijo eso!? ¡Estaba justo detrás de él! Retrocedí y el sonido de hojas al quebrarse le hicieron ver sus espaldas, pero no le tomó demasiada atención y se fue, Alfred seguramente le esperaba.

Iba caminando, cabizbajo y desilusionado. El chico Tim corría devuelta a la mansión e hice que chocara conmigo. Se tropezó y cayó. Fingí sorprenderme.

-¿Te pegaste muy fuerte?

Se tambaleó mientras negaba.

-Estoy bien, de hecho, acabo de olvidar a qué iba. ¿Te pegué muy fuerte?

-No, estoy bien. ¿Ibas a la Mansión Wayne?

-Ehh... Lo siento. No puedo decirte. Soy Tim, Tim Drake- extendió su mano.

Al parecer sabía que había un segundo Robin, pero no de cómo lucía sin el disfraz. Formulé un falso nombre.

-Jake Thomas- le di un apretón de manos.

Tim Drake sonrió con amabilidad.

-Bueeeno. Tengo que irme, mamá y papá me esperan para la cena, sino, estoy frito.

Lo vi irse.

Apreté la mandíbula, furioso. Iba a gritar, pero iba a llamar la atención.

Llegué al centro de Gotham. Llovía y pescaría una gripe si no encontraba refugio. Me aproximé a una vieja cafetería a la que solía ir cuando no había nada de comer en mi viejo hogar y ordené un café caliente. Me senté en una mesa para dos y como si el mundo me odiara, encontré a Tim Drake; mordisqueaba un lápiz, tenía una libreta en frente y varías fotos. Se dio cuenta de mi mirada y se aproximó.

-¡Jake!- exclamó. Cerró el cuaderno-. Me parece una coincidencia extraña.

-¿Qué no ibas a ir a cenar?- pregunté.

-Apenas hace diez minutos que salí de casa. Dime, ¿qué haces?

-Me tomo un café.

-Entiendo...- se sentó en la otra silla.

Sus cuadernos me causaron curiosidad.

-¿Qué es? ¿Tarea?

-Ehhhh... No, ehm...- le arrebaté el cuaderno, protestó.

Lo abrí. En cada dibujo estaba Batman y Robin, de vez en cuando, Nightwing, debajo de los dibujos de Robin, estaba una nota que decía:

"Desaparecido. Que pasó?"

Fruncí el ceño, devolviendo el cuaderno.

-Así que eres fan de Batman.

-Sus hazañas son impresionantes.

-¿Hablas en serio?- me reí amargamente.

-¡Sí!- se molestó-. ¡Y también su Robin es genial!

Dejé de regodearme.

-Pero ahí dice desaparecido- recalqué-. ¿Cómo no sabes que murió por culpa de Batman?

-Seguro y Batman quiso salvarlo.

-¿Tú qué sabes? Sólo tienes doce.

-Tengo trece y no soy tonto- recogió sus pertenencias-. Adiós, Jake Thomas. Fue un no placer hablar contigo.