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-Estoy famélica.- Murmure ansiosa por llegar a mi hogar.

-Que novedad.- Su voz sarcástica sonó ronca, podía notar la diversión teñirla. Desde este angulo se veía atractivo de una forma tentadora, más de lo normal.

Los rayos del sol se filtraban por las ventanas de la Hilux y acariciaban sus cabellos, los pintaban de las tonalidades doradas que tanto me gustaban; sus ojos por otro lado se divisaban de un claro plomizo... Y su boca...

Mi corazón se encontraba desenfrenado golpeando contra mi caja torácica, siempre tan libertino y desaforado cuando de Tyler se trata.

Voltee la mirada, él siempre me tentaba, aún sin saberlo hacia de mis días una difícil prueba, una dulce tortura.

-El sarcasmo no es lo tuyo Ty.- Revoleó los ojos fingiendo molestia. Mentía, el sarcasmo se le daba de maravilla, hacia que mi pulso se acelerara un poco.

-Eres una pésima mentirosa pelirroja.- Rió. Dios... Su risa.- A mi se me da bien todo.- Volteo en mi dirección y me giño el ojo para concentrarse de nuevo en la carretera. Me derretí un poco.

A ti se te da perfecto todo...

Contuve el impulso de lanzarme a su regazo.

-Incluyendo el narcisismo.-Sonreí con burla.- Deberías dictar clases, nadie te iguala en eso.- Dije divertida.

Giramos a la derecha y pude vislumbrar la fachada barroca tan familiar de mi casa.

-A mi nadie me iguala en nada.- Su cara de suficiencia me causo gracia.

Tyler suele tener un ego desmesurado, desde que... Tuvo su primera novia, su seguridad por si mismo aumento al grado de "o te callas o te callo ". No me irritaba la mayoría del tiempo, me divertía bajándole los humos, pero -porque siempre hay un pero- no era tan divertido cuando mi conciencia me susurraba cuan de acuerdo se encontraba con sus cualidades o dotes.

-Tan egocéntrico...- Chasquee la lengua viéndolo divertida.- Pero te equivocas.- Dije segura de mi misma.

Mentirosa, mentirosa, mentirosa.

El gran portón se abrió y cerro cuando pasamos, los arboles tomaban formas poco naturales, con sus verdes hojas formaban las figuras dadas por los jardineros. La fuente en medio del jardín con graba escupía el agua cristalina. Las diferentes flores decoraban el lugar con colores vistosos y los anchos escalones nos daban la bienvenida. Hogar dulce hogar.

-¿Enserio?- Dijo estacionándose frente a mi casa. Volteo en mi dirección y me vio perspicaz, un brillo malicioso alumbro sus ojos.- ¿Por qué lo dice?- Su sonrisa me trasmitió calidez y ternura infinita.

Calle por unos segundos para generar suspenso, el océano de mis ojos chocando contra sus grises nubes. -Porque nadie me gana a mi.- Dije lentamente con altanería antes de bajarme del carro y cerrar la puerta detrás de mi.

Oí su puerta cerrarse y el seguro de la camioneta ser activado.- ¿Quieres apostar?- Me pisaba los talones y un leve escalofrió recorrió mi cuerpo al sentir su aliento chocar contra mi nuca.

No.

-Sí.- Sonreí con inocencia.

Él rió pasando por mi lado y deteniéndose frente a mi tomo mis hombros.

Tuve que levantar la cabeza pues él es considerablemente más alto que yo.

-Una carrera hasta el comedor.- Su sonrisa se ensancho. Su sonrisa me distrajo. Su sonrisa me noqueó.- El perdedor recibe una penitencia.- ¿Por que no puedes ver cuanto me encantas Tyler Benner?

MAYBE NEVER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora