VI

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Jeje ya, lo sé, me ha llevado más tiempo del previsto escribir el maratón, ofrezco mis disculpas por la espera:(.

En este capitulo tendremos la oportunidad de apreciar un poco más acerca del comportamiento de estos mejores amigos y veremos otras facetas de sus personalidades.

Y bueno, sin más que agregar.... ¡ESPERO QUE LES GUSTEE! 

Maratón 1/2

-Ya deja de intentarlo Benner.- Gruñí exasperada.

-Yo puedo solo.- Dijo reticente a que lo ayudara.

Rodé los ojos.- Tyler...- Su terquedad estaba logrando desquiciarme por completo.

-¡Yo puedo!- Grito fulminándome con la mirada.

-¡No me grites!- Grite enfadada.

-¡No te estoy gritando!- Paro de intentar sentarse y se dejó caer rendido en la cama viéndome con molestia.

-¡Si lo estás haciendo Tyler!- Respire profundamente para controlarme.- ¿Sabes qué? Me voy.- Dije dándome la vuelta en dirección a la puerta. Mi paciencia estaba llegando al límite, me conocía. Si no me marchaba de una vez por todas, esto terminaría en otra de nuestras habituales y ridículas discusiones. Suficiente indignada estaba como para no quedarme ni un minuto más.

El doctor había dado de alta a Tyler después de dos agotadoras semanas en el hospital, le había mandado reposo por treinta y seis días, por lo tanto no podía hacer esfuerzo, pero parecía que eso no cabía en su cabeza y se empeñaba con ahínco en hacer todo solo y no dejarse ayudar.

Así que me sentia muy frustrada viéndolo hacer muecas de dolor y portarse como un niño berrinchudo sin dejar que lo ayudara. No quería imaginar su dolor, eso solo lograba ponerme mal y él era lo suficientemente egoísta como para no darse cuenta de eso.

¿Tanto le cuesta aceptar ayuda? ¡Pues sí! Porque es un inmaduro inconsciente que no se da cuenta de lo inútil que me siento al no poder hacer nada para aplacar su dolor.

Su rostro se llenó de pánico cuando se dio cuenta de mis intenciones; dejarlo solo como el niño malcriado en el que se había convertido estas últimas semanas.

-Bien, bien lo siento, no te vayas.- Dijo viéndome como corderito en matadero.

Respire nuevamente recordándome que debía mantener la calma, que Tyler estaba pasando por un momento complicado, que debía comprenderlo porque no ha de ser fácil estar en su pellejo, él también debía sentirse frustrado al no poder ser autosuficiente y quizás el que yo lo ayudara hería su orgullo masculino de alguna manera –Algo ridículo a mi parecer.- y me acerque hasta él ayudándolo a sentarse.

-De verdad qué no sé cómo te soporto.- Si lo sabía. Lo amaba y ese era el motivo.

Tyler me miro sonriendo presumidamente y tiro de mi cintura sin que lo viera venir, sentándome en sus piernas aun sin soltarme.

Solté un grito de sorpresa y lo vi con los ojos como platos. ¿No se suponía que estaba débil y convaleciente?

-Porque eres mi mejor amiga...- Dijo sonriéndome, su aliento choco contra mi rostro oliendo a menta.- Y porque no puedes vivir sin mi.- Finalizo sonriendo de oreja a oreja.

Será narcisista el muy...

Bufe irritada y me levante tomando una distancia prudente antes de que su cercanía lograra turbarme más de lo normal.

Hoy en especial me encontraba más mal humorada que de costumbre.

Durante esas dos semanas había sido el intermediario de Tyler y el instituto, llevando y trayendo sus tareas, también explicándole todo lo que veíamos en clases; lo cual no significaba ningún problema para mí, siempre se me había hecho sencillo aprender todo lo que me enseñaban y explicarlo, pero el problema venia cuando no lo graba concentrarme.

MAYBE NEVER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora