III

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El mundo se mantiene girando constantemente, la gravedad nos atrae cada día sin descanso y él tiempo sigue su cursó sin retorno.

El dolor, ese que es constante como la tierra y firmé como la gravedad, ese al que no le importa cuanto tiempo pase; sigue con la misma intensidad ardiente en mi pecho.

Ha pasado una semana, siete horas y cuarenta y tres minutos... En todo ese tiempo Tyler se ha negado a asistir al instituto. En todo ese tiempo no hemos hablado.

Cada día muero lentamente, mi espíritu va abandonado mi cuerpo de manera tortuosa, dejándolo sólo como un cascarón vacío.

Y sé que dije que quería tiempo, pero ya no lo aguanto, lo necesito tanto como al aire para respirar, mi mundo sin él no tiene sentido, mi vida sin él no es vida.

Pero soy orgullosa y no puedo permitirme buscarlo, no puedo dejarme caer de nuevo, no por él.

Al despertar está mañana y mirarme al espejo, mi aspecto era tan deprimente que no pude evitar sentir lastima de lo que veía, no podía reconocer mi reflejo y decididamente no podía seguir así.  Necesitaba con urgencia una distracción, así que tome mi telefono y le marque a Lucia quien se vio sumamente contenta cuando le pedí que saliéramos y me aseguro que los chicos también estaban anhelantes de una salida grupal.

Por está razón mi vestido corte corazón blanco se amoldaba a mi cuerpo, mi cabello se deslizaba suelto por mi espalda y mi cara estaba maquillada lo suficiente para cubrir mis prominentes ojeras.Mientras esperaba con Lucia ansiosa la llegada de Carlos, Liam y  Mike a "The World Needs Coffee". 

Necesitaba toda la compañía posible para no pensar, porque al llegar a mi casa en la soledad de mi alcoba todos los recuerdos me golpearían y no podría evitar desmoronarme como cada noche.

Evidentemente Tyler no vendría.

-¿Ya dije lo idiota que es Tyler?- Lucia estaba cabreada después de contarle todo. Decía que solo él podía ser tan ciego y que solo había un hombre al que la palabra estúpido le quedaba corta. Ese era él.

-Sí, Lo dijiste unas 10 veces durante esta ultima hora.- Murmure saliendo de mis cavilaciones.

El sonido de las cacerolas al moverse se escuchaba de fondo junto a las voces que se fundían unas con otras como un suave murmullo.

Lucia bufo cruzándose de brazos y recostando su espalda al mueble rojo en una pose indignada.- Bueno, es que es muy idiota.-

-Lo sé.- Mis uñas pintadas de esmalte rojo hacían ruido al chocar constantemente contra la superficie de madera en un ademán impaciente.

Y mi mano izquierda sujetaba mi barbilla mientras veía por el ventanal que daba hacia la transitada calle.

-Li sí- Dijo poniendo la voz chillona, imitándome con burla.

-Que madura.- Reí divertida.

Lucia rodó los ojos- No entiendo que le ves, si él no se da cuenta de todo lo que vales entonces no te merece.-  Sentenció.

La miré sintiendo sus palabras incrustarse dolorosamente en mi pecho.

Quizás no soy suficiente para él.

-Quizás.- Murmuré agachando la mirada.

-Pero me alegra que puedas levantarte y enfrentar al mundo, solo debes sonreí y seguir adelante, porque mientras más lo hagas más disiparas las sombras que te atormentan.- 

La miré conmovida por sus palabras y me sentí reconfortada al ver su sonrisa de aprobación. Después de mi madre ella era lo más cercano que tenia a una mejor amiga.

MAYBE NEVER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora