Capitulo 17: Noche en París.

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Era algo noche, los autos ya casi no transitaban. Dos siluetas se distinguían en las callejuelas, ambos se miraban atónitos.
Chloè fue la primera en romper aquella atmósfera.

-Es hora de irme.-

soltó la mano de Nathaniel y se marchó volando, su rostro rojo por aquél suceso.
Acaso Nathaniel no era solo un compañero de colegio? Porque es que me apeno por estas cosas? Pensó.

-Con que Queen Bee he?- Nathaniel sonrió y se dirigió hacia su destino.-

Chloè llegó a duras penas hasta donde estaba su balcón. Abrió la puerta que daba a su cuarto y soltó su coleta. Recostada en la cama mirando al techo mientras Diddi la observaba.

-Te gusta?- preguntó Diddi.

-Quien?- seguía embobada.

-El pelirrojo.-

Chloè se puso roja y se levantó quedando sentada al borde de la cama.

-N-No. Yo amo a Adrien y se que el a mi también.- su mirada parecía pérdida como si tratara de convencerse.

-Para mi que es falso.- Declaró Diddi.

-Diddi!- Se quejó Chloè. -Adrien no... Me mentiría!-

-Lo dudaste!- respondió de inmediato Diddi.

-Diddi, cállate y duerme.-

Se acomodó en la cama sin siquiera tomarse la molestia de ponerse la pijama. Mientras fingía estar dormida pensó en las palabras de Diddi. Realmente Adrien me mentía?

*Nuevamente un sueño se apoderó de ella.*

Una pequeña rubia que jugaba a las escondidas junto con una chica pelirroja y un joven rubio. Ella entrando al estudio de su madre, un hombre desconocido la besaba y le tocaba algunas partes del cuerpo expuestas. Ambos sobre el escritorio. La misma niña preguntando que pasaba, su madre le persuadió de mantenerlo en secreto. Su amiga la convenció de contarle a su padre. Y después, se ve un padre furioso discutiendo con la mujer.

*Chloè se rodó por la cama tratando de apasiguar el recuerdo, sin embargo el sueño siguió*

La madre se marchó llevándose la custodia de la niña. Las semana pasaban y la golpeó, la torturo. La niña no dejaba de llorar. Ambas regresaron a casa del padre y la tortura continuó. Ella fue castigada por jugar con sus amigos. La encerraron en un pozo. Lloró pero nadie la ayudó hasta el tercer día en que el jardinero la encontró. Un Padre desolado y una madre que desapareció junto a una gran suma de dinero.

Chloè despertó sudorosa, temblando de rabia.

El romance de una chica indecisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora