Capitulo 25: A flor de piel.

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[°ADVERTENCIA°]

Este capítulo contiene escenas subidas de tono, relaciónes sexuales y contenido no apropiado para menores de edad.

sin romper aquel abrazo, llenandola de un mar de emociones, embriagandola de amor y llenandola de expresiones –Hasta ahora, desconocidas para ella– le temblaban la manos y la boca producía mas saliva de lo normal, habia deseo en sus ojos, pero la vergüenza la limitaba.

—Chloè...– susurró Nathaniel —Dilo de nuevo...–

—¿E-el que?– pronunció casi en murmuro.

Nath clavó el rostro en la comisura del hombro de Chloè

—¿Me quieres?

La cara de Chloè se enrojeció y antes de hablar escuchó pasos provenientes de la puerta; Querian entrar. Se paró de inmediato y jaloneó al pelirrojo nuevamente al armario. Un hombre penetro en la suite y depósito un frasquito de miel en la mesa, acto seguido; se marchó

–¿Q-Que pasa?– preguntó el chico.

—Se supone, estamos en el colegio.– respondió la rubia.

—Nos presentas?– habló una vocesita entre las penumbras.

—¿Hay alguien mas?–

Chloè exhaló al recordar que Diddi seguía ahi, hambrienta.

—Nath... No te asustes, quiero presentarte a alguien.– inhaló Chloè —Por lo que más quieras no grites.–

—Esta... Bien–

El no entendía el por qué Chloè le advertía; y no fue hasta que encendió la luz del armario que divisó a una pequeña criaturita amarilla de grandes ojos que le sonreía.
El balbuceó se hizo presente. Queria gritar, a lo que Chloè le tapó la boca.

—Ella es Diddi, mi kwami. Sin ella no sería Queen Bee.–

La sonrisa de ambas denotaba sinceridad a lo que retiró la mano de su boca.

—Mucho gusto Diddi– sonreía nervioso. —Soy Nathaniel.–

—Ya te conozco mas de lo que crees.–

Diddi atravesó la puerta del armario y se dirigió a ingerir la miel que anteriormente habia sido dejada.
Aun no lo creía, habían seres diferentes y desconocidos en el mundo con poderes inimaginables; Pero a Nathaniel solo se le vino una cosa a la mente: ¡Puede atravesar paredes!

—¿Nath?– habló Chloè.

—¿Mh...?–

Se limitó a responder mientras seguía viendo al ser amarillo por las rejillas. Chloè se armo de valor y acercó sus finos dedos al flequillo de Nath, destapó su oreja y al punto en que su boca ya estaba demasiado cerca le susurró.

–Te amo.–

Aquél casi inaudible susurro fue suficiente para despertar el deseo de poserla. Dió un vuelta para quedar cara a cara con la rubia y sin darle tiempo de reaccionar, le plantó un beso: uno casto, puro y lleno de amor.
Los ojos de Chloè se cristalizaron y corespondiendo al beso: se cerraron.
Dió pasos hacia atras a lo que chocó contra las repisas, se habia creado un callejón sin salida. Las manos del chico se elevaron hasta la cintura de Chloè, la tensión le sacó un pequeño gemido y aprovechando la comisura, una lengua penetró en su boca.
Esta vez Nathaniel había comenzado un beso apasionado. Dentro de la mente de Chloè ya nada importaba, o al menos eso creía hasta que un golpe sordo la hizo caer en cuenta de que ya estaban sentados en el suelo.

El romance de una chica indecisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora