¿A quién eliges? [Terminada] 💞

•16: ¡Día en familia! 💃🏻•

[He de decir que posiblemente en los próximos cuatro o cinco capítulos narre solo rayis y alguien especial, POSIBLEMENTE, como también existe una posibilidad de que narre Adrien, pero al final del último capítulo de MARATÓN LOS ÁNGELES. Ahora sí, disfruten su lectura 😉✨PD: Están obligad@s a leer los siguientes capítulos,  si no perderán el hilo de la historia. Bay! 😘]

—________.

Me levanté de mi nueva cama, que bien se siente no poder volver a ver a Adrien y Marinette, espera, ¿Que hago yo hablando sobre ella?, me robó a mi novio, a MI NOVIO, pero como no alguien siempre tiene que cagarme la vida. En fin, fui al baño, e hice mi rutina, no antes de quedarme un rato más en la ducha.

Me puse un enterizo con shorts negro, bajé al comedor y me encontré con mi mamá, mis tíos, mis primos Gerald y Merling y mi abuela, quienes le saludé con un beso en la mejilla y un abrazo.

Desayuné unos panqueques con chocolate y jugo de naranja.

–Hija, ¿Te gustaría ir a la piscina hoy?

–¡Claro mamá! Me encantaría.

–Genial, ahora ve a ponerte tu bañador. —Asentí. Subí al cuarto y me puse un bañador  negro, me coloqué la misma ropa de antes porque no la ensucié.

Salí de mi habitación y bajé a la piscina. Me acosté en una tumbona y me puse a pensar en muchas cosas...

Después de varios minutos pensando el Adrien, tuve ganas de entrar a la piscina, entré en esta y me puse a hablar con mis tíos, de como estaban y cosas así.

–¿Y cómo van los preparativos de la boda?

–Bien, solo que se atrazó porque yo tuve algunos inconvenientes con el trabajo.

–¿Como va ese colegio? —Me pregunta mi tía, Amalya.

–Bien, dentro de poco nos graduaremos.

–Que bien. Y por cierto, mañana viene un compañero de clases de Stephanie, se llama... ¿Como era que se llamaba? —Stephanie es su hija, ella tiene más o menos 17 años.

–Se llama Isaac. —Responde mi tía.

–Isaac, que es más o menos de tú edad.

–Y es muy bonito. —Susurra mi tía, yo me carcajeo.

–¡Amor!

-Lo siento, lo siento. —Reímos.

–Extraba hablar así con ustedes, pero quiero ir a cambiarme.

–Okey sobrina, pero baja a cenar. —Responde mi tía.

–Está bien.

Entré a la casa y subí a mi habitación, la habitación era enorme. Me duché y me puse mi pijama de ositos.

Me puse mis pantuflas y bajé a comer.

–Que seria. —Se burló Gerald. Le saqué el dedo de en medio.

–¡Ese dedo...! —Me reclama mamá.

–Perdón, perdón... —Se senté a comer.

Terminé, me despedí de ellos y luego me fui a dormir, estaba muy cansada.