Poco a poco fui abriendo los ojos, que estaban muy pesados.
Miré a mi alrededor y vi a una señora de cabello rubios, ella me agarraba la mano mientras dormía encima mío.
–¿M-Mamá? —Pude decir, me dolían mucho las cuerdas vocales y casi no podía hablar. Mamá se despertó de repente, me miró y sonrió mientras lágrimas caían de sus ojos verdes. Corrió hasta la puerta y gritó pidiendo a un doctor.
Volvió a mi lado y me abrazó. —Hija, despertaste. Te extrañé muchísimo. —En eso llegaron las enfermeras.
–¿Qué pasó? —Dije mientras me tomaban la presión.
–Estuviste en coma un año, hija. —Abrí mis ojos como platos. ¿En coma?
–¿C-Coma?
–Sí hija, estuviste un largo año. Estamos en diciembre.
–¡QUE! —Intenté moverme pero me duele todo el cuerpo. Solté un quejido. En eso llegó el doctor.
–Oh, despertaste. Que buena noticia. —Sonrió. —¿Cómo te sientes?
–Me duele todo el cuerpo. Las cuerdas vocales arden, apenas y puedo hablar.
–Eso es normal, pues pasaste tiempo sin usar tu cuerpo. Te daremos un medicamento para que se disminuya el dolor, ¿Ok? —Asentí. En ese momento mamá había salido a decir la noticia de que desperté.
–Doc... —Dije antes de que se fuera. —¿Es normal que... Haya soñado una vida alterna a la mía?
–Claro que lo es. Estar en coma es algo similar a dormir en las noches, pero en un tiempo determinado. Puede durar días, meses, hasta años.
–¿Y las personas existen?
–Probablemente sí. La mayoría de las personas con que soñamos es la hemos visto antes.
–Okey. ¿Y cuando me dan el alta?
–Tal vez mañana. Depente de tí. Debemos hacerte unos exámenes de control y podrás irte.
–Bien.
———————–
Al fin, en casa. No recordaba mi hogar, mi dulce hogar.
Mamá me avisó que me harían una fiesta de bienvenida, que todos estaban felices de que estaba bien y ya había despertado. Esta fiesta sería mañana, apartir de las siete en casa de mis abuelos maternos.
Mi papá me vino a visitar. He de decir que mi padre está bien, sólo que no vive con mamá porque ellos se separaron hace tiempo.
Él se alegró al verme, me abrazó muy fuerte y me regaló un helado. Amo los helados, son la compañía perfecta para toda ocasión: si estás deprimida, si estás feliz, si tienes hambre...
En fin, me fui a mi habitación y me di un largo baño. Me puse mi pijama de unicornio y me recosté en mi cama.
—–Sueño—–
Estaba en la feria con Isaac. Yo cargaba a mi oso panda gigante y un unicornio que me regaló una chica muy simpática.
Caminábamos hacia la montaña rusa, gente caminaba de un lado a otro. En eso vi a una chica pelinegra, ojos verdes y piel blanca. Se nos quedó mirando y siguió con su camino.
¿Que car...
–¡Vamos a comprar algodón de azúcar! —Anunció de repente Isaac.
–¿Qué no íbamos al "malteador"?
–No, de repente me dieron ganas de comer azúcar.
–Sí tu lo dices...
Que extraño...
—–Fin sueño—–
Me desperté. ¿Era un sueño? ¿Por qué soñé con Isaac?
En eso entra mamá, muy sonriente. —¡Hora de levantarse hija! —Anunció y yo tapé mi cara con la cobija, tengo flojera.
–No quiero. —Hago puchero, aún bajo las sábanas.
–Vamos... ¡Debes levantarte! Ya has dormido demasiado. —Entiendo su punto, así que me levanto y camino como zombie al baño.
Me cepillo los dientes, hago pipí y me ducho. Me pongo mi ropa y interior y luego unos shorts, una camisa azul claro y unas zandalias. Desayuno y veo unos documentales ahí.
——————–
–¡Bienvenida a casa, _________! —Grita toda mi familia al entrar a casa de mis abuelos. Sonreí y todos vinieron a abrazarme.
Estaban todos mis tíos, primos, mis abuelos y mis padres. Contando a la bisabuela Anne, quién me abrazó y me pegó un buen guantazo por haber entrado en coma. Me sobé la cabeza, nana Anne pega muy fuerte.
Me ofrecieron refresco y agarré un vaso de este. Tomé un trago de refresco y me senté en mi sillón favorito, pues es cómodo y suave.
Al frente mío se sentó Ysa, una prima con la que soy contemporánea.
–¡Hey! ¿Todo bien?
–Sí, normal.
–Me alegro. —Sonrió.
Estuve hablando un rato con ella y unos veinte minutos después, llamaron para cenar.
———————–
–¡Un brindis por _________! Que ya está bien y despertó del coma! —Alzó su copa mi tía Amalya.
–¡Salud! —Brindaron todos. Yo brindé con Coca-Cola, pues mama dice que estoy muy joven para tomar licor. Meh, mejor así.
Todos nos abrazamos cuando ya nos íbamos, fue una cena increíble al lado de la familia Hulth.
¿Que más puedo pedirle a la vida? Tengo una familia muy unida y tengo una buena salud.
He aprendido que la vida nos pone obstáculos para superarnos, no hay que quedarse cruzados de brazos, esperando que se quite del camino. Debemos luchar para superar todos estos obstáculos.
«Serás feliz, dijo la vida, pero primero te haré fuerte»
—Fin.
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¿A quién eliges? [Terminada] 💞
Fiksi Penggemar________ Ann Adams Holth, una chica con muchos sueños, es alegre, segura de sí misma, amigable... Ella, sin darse cuenta, se enamora perdidamente de su mejor amigo e hijo del amigo de su mamá, Adrien Agreste. Pero, su amor no es correspondido. Este...