¿A quién eliges? [Terminada] 💞

•Extra 3: Navidad 🎄•

Estaba decorando de navidad junto a mamá. Discutíamos sobre dónde pondríamos las flores, si en el marco de la cocina o en la entrada de la casa.

Al final ganó mamá y lo pusimos en la entrada de la casa.

Terminamos, pero estábamos muy exaustas. En dos días era navidad y hoy estábamos decorando, un gran ejemplo para todos.

Cocinamos entre las dos una deliciosa pizza y cenamos juntas.

Vimos unos capítulos de una serie y nos fuimos a descansar. Fui a mi habitación y me duché, me puse mi pijama y me fui a dormir, había tenido un largo día.

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Me desperté por los estúpidos rayos solares. Gruñí por lo bajo y me levanté.

Fui al baño y me di una larga ducha. Me vestí con una camisa gris oscuro y las mangas rojas decoradas por un lindo gorrito de navidad y Belive escrito, unos jeans y mis botines negros. Me maquillé natural y bajé, mamá estaba cocinando muy feliz, pues hoy es navidad.

La familia Hulth tiene la extraña tradición de confesarle un secreto a algún miembro de la familia, todavía estaba pensando a quien me le iba a confesar.

Pero está la tradición de la cena navideña, dónde toda la familia se reúne en una casa y llevan a cabo la cena navideña y se recibe la navidad. Hace unos días comenzamos la limpieza, pues este año la celebración se llevará a cabo en nuestra casa.

Desayuné junto a mamá y me quedé organizando lo que faltaba mientras mamá iba a comprar lo que le faltaba para el pavo.

Cuando llegó mamá eran las doce del mediodía, había preparado pasta con carne así que almorzamos. Entre las dos preparamos el pavo y a las cuatro y media de la tarde ya estaba en el horno.

Me quedé hablando un rato con mamá y subí a mi habitación al rededor de las cinco. Me di una larga ducha y me fui a alistar.

Me puse mi ropa interior y luego una bata de baño blanca. Me empecé a secar el cabello y luego lo alisé, me maquillé no muy cargado y luego me puse mi vestido cuatro dedos antes de la rodilla verde agua con encaje negro encima, junto a unos tacones altos color beige y una cartera negra.

Junté atrás dos mechones de mi cabello y me coloqué unas extensiones rubias. Eran al rededor de las seis cuando ya estaba lista.

Ya lista, bajé a la cocina y vi a mi mamá vestida con un vestido rojo largo y una abertura en su pierna, unos tacones negros y maquillada perfectamente, su cabello estaba recogido en una linda trenza "cola de pescado" y unas flores rojas.

–Dios mamá, estás hermosa. —Ella asintió.

–Gracias, tú igual hija.

–¿Se nota mucho que soy hija de Abril Hulth? —Ella rió.

–Demasiado. —Se carcajeó. —Ayúdame a sacar el pavo por favor.

–Okey.

Entre las dos lo sacamos del horno y lo colocamos en la mesa. Gracias a la ama de casa, Megan, la mesa ya estaba puesta y sólo faltaban los invitados.

Pronto empezaron a llegar mis tíos y primos, mi abuela, la bisabuela y mi hermano que llegó desde Gran Bretaña, Dominick y su esposa Isabelle, junto a sus hijos Patrick y la pequeña Rossie.

Estuve hablando un rato conmi hermano, tenía tiempo sin verlo desde su boda hace ya seis meses.

–¿Y cuándo pasarás unos días con nosotros, Ann?

–No lo sé, tal vez en agosto, Julián.

–Odio mi segundo nombre, no lo digas.

–Julián, Julián, Julián... —Repetí para fastidiarlo.

–Cállate, ¿Sí? No creas que porque tienes 17 años no te puedo molestar como lo hacía cuando éramos niños.

–Ajá. Igual te puedo pegar una paliza. —Rió.

–Sueña... —Canturreó. Le saqué el dedo de en medio. Mamá me vió, ups.

–¡Ese dedo!

–Lo siento! —Miré a Nick y reía. —Ten en cuenta que él que ríe de ultimo ríe mejor. Ahí te lo dejo.

–¿Qué haras, Ann?

–Nada que te interese, Julián.

Dominick Julián Adams Hulth era un infantil.

«Al igual que tú»

No lo creo, además el tiene 24 años y yo 17, es más normal en un adolescente que en un adulto.

En fin, a las ocho empezó la cena, la pequeña Rossie dió la oración y comenzamos a comer.

Luego de eso estuve jugando un rato con los niños y luego me llegó una idea para cobrarle el regaño a Nick.

Caminé hasta la cocina y agarré el picante más fuerte que hay, tomé una copa y vertí CocaCola, luego le eché un chorrito del picante.

Caminé hasta mi querido hermano y le ofrecí la copa, me miró extrañado.

–¿Qué?

–Ten, no quiero. Puedes tomártelo.

–Pero yo no...

–¡Te lo tomas dije! —Levanté un poco la voz.

–Ok, ok. —La agarró y tomó un pequeño sorbo.

–¿Y...?

–¿Qué?

–¿No sientes nada?

–No. —Se tomó toda el refresco, se levantó y miró mi cara de 😦, me guiñó un ojo y me susurró.

–Me encanta el picante, gracias por el detalle. —¿Pero que...

———————–

Eran las once, los niños tenían sueño pero querían sus regalos, así que se pusieron a jugar para calmar el cansancio.

11:50. Diez minutos antes de las doce.

Espero que mamá me haya traído mi unicornio.

11:55.

11:58

11:59...

¡12:00!

–¡Feliz navidad! —Gritaron todos y tuvimos un abrazo grupal.

Los niños estaban ansiosos por sus regalos, así que la tía Ruud se escapó un momento y puso los regalos bajo el árbol.

Luego de eso mi cuñada Isa le dijo a los niños que fueran a revisar. Todos salieron corriendo a revisar qué les habían traído.

–¿Qué pediste tú? —Le pregunté a Nick, mientras veíamos como Rossie chillaba de emoción por su muñeca Barbie sirena.

–Papa Noel no me trajo mi caballo que lanza arcoíris por el cu...

–Demasiada información. —Reí.

–¿Y tú?

–Un unicornio, pero al parecer no lo consiguieron.

–Infantiles. —Susurró Emily, una prima que me cae como una patada en los ovarios.

–Calla niña. —Dije y ella rodó los ojos. Reí junto a Nick, nada había cambiado.

–No cambias.

–Jamás. —Hice pose diva y reí.

Me encantan los momentos así, en familia. Y agradezco por otro año más que me dará oportunidades increíbles.

Aunque que más puedo pedir, si tengo una familia maravillosa?

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Este es el fin de los capítulos extras, ya se acabó la historia.

Nos leemos en la próxima historia! Puede que después de este capítulo ponga una nota que deben leer.

Se despide,
—Fabiva 💁🏻

¡Muchísimos besitos! 💋💋💋💋💋