Escombros

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Carmen avanzaba muy despacio, sostenida por su madre y su hermana mayor. Para su suerte, la bala atravesó su hombro y salió limpiamente sin causar más daño que el desmayo ocasionado por el temor al percibir el impacto, mintió a todos al decir que fue un malhechor que entró a robar en aquella casa y que al sentirse descubierto, le disparó. Mintió a todos, excepto a los padres de Camilo, a quienes les dijo donde estaba el muchacho apenas la encontraron en el piso de su habitación.

"...víctimas de un ataque terrorista en el sector comercial. También en un edificio residencial, en donde detonaron dos explosivos, dejando como saldo a cinco policías fallecidos, catorce heridos, tres civiles muertos e innumerables lesionados...."

La muchacha se detuvo y se concentró en las noticias que trasmitían en el televisor de la sala de emergencia al reconocer el edificio destrozado que enfocaban con la cámara, era el mismo donde se había estado escondiendo Camilo junto a aquellos dos adolescentes con quien lo había visto comprando cigarrillos.

- ¿Qué hiciste, Camilo? - Susurró. Pidió a sus familiares que esperaran y continuó observando con atención.

"... Se presume que el Global Two By Two Trade Center fue el objetivo principal, aunque el centro mayor de gobierno fue afectado de forma secundaria, lo que causo que se derrumbara, lo mismo sucedió con la escuela Sagrado Corazón de Jesús. En tales casos, no hubo sobrevivientes. Se presume que los atacantes pertenecen al grupo terrorista..."

Carmen se llevó las manos a la boca, y empezó a llorar. Su madre la abrazó.

-Querida, Camilo estaba en ese edificio. – Informó la señora a la muchacha.

La chica observó a su madre sin asombro, ya presumía que así sería. Se quedó largo rato allí, en medio de la sala de emergencias, llorando abrazada a su madre, hasta que logro calmarse y salir lentamente del hospital.




-Callado, Auténtico, Maravilloso, Ingenioso, Leal, Original. Así era Camilo para quienes lo conocíamos. – Decía Carmen en el funeral de camilo y sus padres dos días después, aun con el brazo vendado y con un cabestrillo. – ¿Y qué decir sobre las personas que le dieron la vida? – Hubo una pausa.– Podría decir tantas cosas de ellos, pero no lo haré, hoy seré concisa. Con todo el dolor de mi alma debo decirles adiós, pero quiero que sepan que siempre los llevaré en mi corazón.


Carmen bajó del estrado y se unió a los presentes, los encargados del cementerio tomaron las sogas que sostenían el ataúd y empezaron a bajarlo lentamente hasta que llego al fondo de la fosa. La chica morena fue la primera en acercarse al sarcófago con una rosa blanca en las manos. Lo observó con detenimiento y una profunda frustración llenó su pecho.


-Por alguna razón no sospechan de ti. – Dijo en un susurro. – Será nuestro secreto.


Dejó caer la flor dentro de la sepultura y se alejó caminando despacio.

La Teoría del Caos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora